Naciones Unidas, 18 jun (EFE).- El secretario general de la ONU,
Ban Ki-moon, y el presidente de la Asamblea General, Miguel
D'Escoto, pidieron hoy a los líderes internacionales que inviertan
en energías renovables y en nuevas tecnologías que aumenten la
eficiencia energética.
Ban recordó que 2008 fue el primer año en el que la inversión en
energías renovables fue mayor que la de las tecnologías de
combustibles fósiles, pero pidió la expansión de las energías
limpias porque "la economía verde es el futuro".
En 2007, la inversión mundial en energías sostenibles superó los
148.000 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 60% con
respecto a 2006, pero este tipo de energías suponen tan solo un 5%
de las fuentes de energía mundial.
Enmarcado en el diálogo sobre este asuntos celebrado por la
Asamblea General, el discurso de Ban instó a la comunidad
internacional a ver "el mundo de oportunidades" que genera el cambio
climático.
El Secretario General de la ONU además confió en que el nuevo
acuerdo de Copenhague, que sustituirá al Protocolo de Kyoto como
herramienta de lucha contra el calentamiento global, será un
"impulso decisivo".
"Nos encontramos en una encrucijada, una dirección lleva al
abismo y la otra a la sostenibilidad y a un mundo más estable y
próspero: La elección debe estar clara", expresó Ban.
D'Escoto, por su parte, también quiso destacar las señales
positivas que se están produciendo en el sector energético. "Las
perspectivas de futuro para las energías renovables nunca han estado
mejor, incluso ahora que estamos viviendo una crisis económica",
afirmó.
Los consumidores y las empresas podrían ahorrarse más de 600.000
millones de dólares al año para 2020 si empiezan a utilizar
adecuadamente las energías existentes y la inversión en mejor
eficiencia energética podría llegar a los 90.000 millones de dólares
anuales.
El Presidente de la Asamblea General recalcó la importancia de
invertir en nuevas tecnologías que hagan más eficientes las energías
renovables ya existentes pero, para ello, los "Gobiernos y el sector
público deben apoyar las metas de las energías renovables y el
sector privado debe proporcionar también iniciativas".
Aunque las perspectivas de futuro parecen favorables, D'Escoto
recordó que la situación actual es "insostenible".
El cambio climático está "amenazando a la humanidad y ha puesto a
la Tierra en peligro porque nosotros, especialmente en el hemisferio
norte, basamos nuestras economías en combustibles ineficientes y
contaminantes", añadió.
D'Escoto recalcó la gran distancia en consumo energético que hay
entre el mundo desarrollado y los países en vías de desarrollo
porque mientras que en el norte "se utiliza demasiada energía, la
mayor parte del mundo no tiene acceso suficiente a ella".
A no ser que haya cambios fundamentales, el consumo mundial de
energía aumentará un 40% para 2030, por lo que D'Escoto confió en el
próximo acuerdo de Copenhague para que se presente una "nueva
generación de iniciativas financieras". EFE