La Paz, 12 ago (EFE).- Representantes de los ministerios de
Agricultura de seis países suramericanos expresaron hoy en La Paz su
preocupación por el impacto negativo que la crisis financiera global
tendrá en la seguridad alimentaria y en las economías locales.
La temática fue analizada por autoridades de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay en la XVII Reunión Ordinaria del
Consejo Agropecuario del Sur (CAS), que también discutió los efectos
del cambio climático en la agricultura del Cono Sur.
El ministro uruguayo de Ganadería y presidente pro témpore del
CAS, Ernesto Agazzi, explicó en conferencia de prensa que las
principales preocupaciones del CAS frente a la crisis radican en la
disminución del consumo en los países desarrollados y las barreras
comerciales y técnicas de protección a los sistemas productivos.
"Hemos considerado que el aumento de la protección es un riesgo
muy grande para nuestras economías", señaló.
Otra preocupación para estos países es el cambio de enfoque que
se ha producido respecto a la seguridad alimentaria en el mundo a
raíz de la crisis financiera global.
El subsecretario de Agroindustrias de Argentina, Rubén
Patrouilleau, sostuvo que las ocho naciones más desarrolladas
agrupadas en el G-8 abordan la crisis financiera y la alimentaria
como temas separados.
Por ello, dijo, ese grupo pretende generar "un orden mundial de
manejo de la producción agropecuaria", restando soberanía a los
demás países para dictar sus políticas agropecuarias y de comercio.
En este marco, el CAS decidió crear un grupo que analizará en
detalle esta problemática para establecer qué aspectos de la misma
pueden ser perjudiciales para el comercio de los seis países y así
asumir las medidas correspondientes.
Por otra parte, los seis países acordaron impulsar la
investigación científica y el intercambio técnico para mejorar las
técnicas de producción y riego frente al cambio climático.
Ernesto Agazzi resaltó que también se intercambiaron experiencias
sobre los mecanismos de compensación a los productores, a través de
fondos creados en algunos países para paliar las consecuencias de
sequías o inundaciones.
Finalmente, el CAS decidió crear una comisión encargada de
elaborar una postura común que será expuesta en la reunión de la
Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas,
que se realizará en diciembre próximo en Copenhague.
"Hay que ajustar cuentas, quién se hace cargo del cambio
climático y quién va a ayudar a compensar los impactos negativos que
tienen estas variaciones bruscas", concluyó Agazzi.
El CAS recordó que en los últimos años la región afrontó
desastres naturales "mucho más intensos y más frecuentes" que antes,
entre los cuales están las heladas y la carencia de agua en Chile,
la sequía en Argentina y Uruguay y las inundaciones en varios países
que derivaron en la propagación de enfermedades.
Los eventos climáticos extremos registrados entre 2000 y 2005
tuvieron para América Latina un costo de 21.000 millones de dólares,
según estimaciones del Grupo de Variabilidad y Cambio Climático del
CAS basadas únicamente en los casos reportados en cada país.
El CAS fue fundado en abril de 2003 con el objetivo de articular
el sistema agropecuario de la región y coordinar políticas públicas
para el sector. EFE