Panamá, 11 ago (EFE).- Panamá amaneció hoy parcialmente sin
servicio de autobuses debido a una huelga de transportistas, que se
sienten marginados de los planes del Gobierno del presidente Ricardo
Martinelli para modernizar el sistema de transporte público.
El paro, que comenzó la pasada medianoche y en principio es por
24 horas, es secundado mayoritariamente en la ciudad de Panamá y en
muchas de las poblaciones aledañas a la capital, pero no así en los
principales municipios del interior del país, según los recorridos
efectuados por las cadenas de televisión locales.
Las zonas del este y oeste de la provincia de Panamá han sido las
más afectadas por el paro, convocado por la Cámara Nacional de
Transporte de Panamá (Canatra), que cuenta con unos 3.000 autobuses
que operan unas 30 rutas en la capital.
Esto ha obligado a los usuarios a tomar taxis y ha causado
numerosos atascos por la mayor afluencia de vehículos privados.
Sin embargo, la huelga, cuyo seguimiento los convocantes
insistieron que es "voluntario", no ha sido secundada o ha sido
parcial en muchos otros municipios cercanos a la capital, ni tampoco
en otras poblaciones fuera de la capital.
El ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu, declaró hoy a
las emisoras que el Gobierno se negó a negociar ayer "bajo presión"
con los representantes de los transportistas, a menos que
desconvocasen antes la huelga, cuyos motivos dijeron no entender.
El Gobierno anunció la puesta en marcha de un plan de
contingencia que supone la puesta en circulación de unos 600
autobuses de la Autoridad de Tránsito y microbuses escolares.
Los conductores de autobuses, que han amenazado con que la huelga
es prorrogable, consideran que los ha dejado fuera de sus planes
para modernizar el sistema de transporte público y que pretende
deshacerse de ellos sin indemnizarles.
El Ejecutivo, según ha insistido desde la convocatoria del paro,
a finales de la semana pasada, pretende que los transportistas que
quieran participar en el próximo proceso de licitación para
modernizar el transporte en la capital, lo hagan, y los que no
quieran hacerlo serán compensados.
Además de la compra de nuevos vehículos para reemplazar a los
viejos "diablos rojos" (autobuses escolares comprados de segunda
mano en EEUU), el gobierno estudia construir un metro en la capital.
EFE