Atenas, 3 feb (EFE).- El primer ministro griego, Giorgos
Papandreu, afronta una oleada de huelgas de protesta contra el plan
de austeridad fiscal aprobado hoy por la Comisión Europea (CE) para
corregir el elevado déficit fiscal del país.
Papandreu subrayó hoy en Atenas la necesidad de mantener la
cohesión entre las fuerzas políticas y la sociedad para reducir el
déficit público del 12,7% al 3% del PIB en los próximos tres años.
Durante su encuentro de hoy en el palacio presidencial con el
recién reelegido presidente heleno, Carolos Papulias, el jefe de
gobierno socialista dijo que "en tiempos de crisis nacionales, como
la gran aventura que sufre el país, el pueblo hace uso de una gran
cohesión para superar las crisis".
La Comisión Europea dio hoy el visto bueno al plan griego de
austeridad fiscal presentado por el gobierno socialista, pero
advirtió de que Bruselas ejercerá una vigilancia sin precedentes
para comprobar su cumplimiento.
Papandreu también presentó anoche, en un mensaje a la nación,
medidas adicionales de ajuste presupuestario en el programa fiscal
para salvaguardar los objetivos presupuestarios impuestos.
Pero los sindicatos del sector público, privado y de agricultores
se oponen a los recortes del 10% de los salarios públicos, a la
congelación de sueldos en 2010, a un impuesto sobre el carburante,
que deberá generar mil millones de euros a las arcas del Estado, las
reformas de las pensiones que igualan la edad de jubilación de
hombre y mujer a 65 años y a la reforma del sistema impositivo.
Los funcionarios de Haciendas y aduaneros han anunciado una
huelga de 48 horas a partir de mañana en protesta contra estas
medidas de austeridad.
La acción puede agravar la paralización del tráfico en los puntos
fronterizos del norte de Grecia, mayormente con Bulgaria, que los
agricultores helénicos mantienen bloqueados con sus tractores desde
hace tres semanas.
Papandreu declaró que "no hay lugar para protestas y bloqueos" y
reiteró que el Ejecutivo no está en condiciones de dar ni un euro
adicional al sector.
Por su parte, la Unión de funcionarios civiles (ADEDY) ha
convocado a una huelga para el 10 de febrero y la Confederación de
Trabajadores de Grecia (GSEE), a otra para el 24 de febrero.
El presidente del GSEE, Gianis Panagopulos, declaró hoy tras una
reunión con los industriales de Atenas, que "lucharemos para
conseguir aumentos de sueldos". EFE