Adriana Flores Bórquez
Atenas, 27 abr (EFE).- El primer ministro griego, Yorgos
Papandréu, advirtió de hoy de que su país no se verá liberado del
control financiero externo hasta que no logre "poner orden" y acabar
con la corrupción y la evasión fiscal.
"Atravesamos juntos los momentos más difíciles de los últimos
años, en circunstancias nunca vistas no sólo para Grecia, sino para
Europa y la economía mundial", dijo el socialista Papandréu ante su
grupo parlamentario, que cuenta con 160 del total de 300 escaños de
la Cámara griega.
El primer ministro afirmó que el objetivo de su Gobierno es
"liberar a Grecia de la supervisión de los que asumen decisiones con
nosotros", pero alertó que "(ellos) no se irán ni con piedras ni con
ningún tipo de violencia, sino cuando nosotros pongamos orden en
nuestro país y hayamos terminado con la corrupción y con la evasión
de impuestos".
Papandréu aludió así al Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), que han
sometido a Grecia a un estricto control con el fin de verificar que
se cumplen las condiciones exigidas para que Atenas pueda acceder a
sus préstamos.
Según los resultados de un sondeo de la compañía demoscópica GPO
publicados hoy, un 73% de los griegos se opone a la presencia del
FMI en Atenas.
Papandréu solicitó el pasado viernes activar el mecanismo de
ayuda de sus socios del Eurogrupo y del FMI, que prevé créditos por
un total de 45.000 millones de euros, ante el riesgo de impago de su
deuda.
El coste de la deuda griega alcanzó hoy un nuevo máximo en doce
años, al situarse el diferencial del bono griego a diez años en
relación al "bund" alemán en 687 puntos básicos, con un interés que
roza el 10%.
"Es hora del cambio y de dar vuelta a la página en la historia
del país", dijo Papandréu.
Son varios los analistas que, ante el elevado coste del pago de
la deuda y las reticencias de Alemania a dar luz verde a los
préstamos, alertaron hoy de que la situación puede agravarse
rápidamente, y llegar a ser necesario declarar la bancarrota o
renegociar la deuda pública.
Sin embargo, el ministro de Finanzas griego, Yorgos
Papaconstantínu, ha descartado esas opciones, si bien reconoció que
el tiempo a disposición es limitado, con el 19 de mayo como "una
fecha crítica para Grecia debido a que vence un bono a diez años de
unos 9.000 millones de euros".
Y "las condiciones en los mercados actualmente son totalmente
desalentadoras para salir a pedir crédito", señaló.
El Banco de Grecia amonestaba hoy que la deuda pública del país
seguirá creciendo desde el actual 115 por ciento del PIB hasta
alcanzar el 130% en el año 2014, fecha en la que el endeudamiento
comenzará a estabilizarse.
En un informe emitido hoy en Atenas, el banco emisor revisa
también a la baja el crecimiento económico del país en 2010 y prevé
que la recesión sea del 2 por ciento, la misma cifra que en 2009.
El informe, presentado hoy por el director del banco emisor,
Yorgos Provópulos, a los accionistas, pronosticó que el desempleo en
2010 llegará al 11 por ciento, desde el 9,5% del año pasado.
Entretanto, los sindicatos de trabajadores continuaban hoy con
sus protestas contra el paquete de austeridad adoptado por el
Gobierno que ha supuesto recortes salariales y aumentos de cargas
impositivas.
Los paros laborales y las manifestaciones habían paralizado el
transporte público en la capital desde el mediodía. EFE