Madrid, 28 feb (EFE).- El primer ministro griego, Yorgos
Papandreu, considera que la crisis económica que atraviesa su país
constituye una "oportunidad histórica" para acabar con la corrupción
y para reformar un sistema político que "alienta el nepotismo y el
despilfarro".
En una entrevista publicada hoy por el diario El País, Papandreu
reconoce que tanto la corrupción como el despilfarro público son dos
males muy extendidos en Grecia, lo que ha socavado la confianza de
los ciudadanos en el Estado, provocando, entre otras cosas, un
elevado fraude fiscal.
No obstante, cree que precisamente esas debilidades ayudarán al
Gobierno a reducir su déficit presupuestario del 12,7 al 3 por
ciento en tres años, ya que ante "tanto despilfarro, es mucho lo que
se puede ahorrar". "Si nuestro Estado funcionara bien, tendríamos
menos margen", añade.
Frente a estos problemas, señala que ya se han tomado medidas
como recortar los salarios de los funcionarios, retrasar la edad de
jubilación y aumentar los impuestos sobre el petróleo, iniciativas
que sabe que generarán resistencia en la ciudadanía, pero que son
cuestión de "supervivencia" para el país.
Papandreu asegura que lo peor de la situación actual de Grecia no
es tanto la elevada deuda pública (271.000 millones de euros), sino
el haber perdido la credibilidad, después de que las estadísticas
relativas a la contabilidad nacional hayan sido falseadas durante
años.
El primer ministro reconoce que se han cometido graves errores,
si bien rehúsa emitir juicio alguno sobre los responsables hasta que
concluyan las investigaciones abiertas, y aboga porque en el futuro
la oficina estadística de la UE, Eurostat, pueda acceder
directamente a las estadísticas de cada país miembro.
Asimismo, afirma que no existe ningún interlocutor "serio" en
Europa que piense que Grecia tiene que abandonar la zona euro, dado
que supondría un "tremendo debilitamiento" del proyecto monetario
común, por lo que considera que es "prácticamente imposible" que eso
ocurra.
En este sentido, advierte del peligro que para la estabilidad
económica de la UE implican las "duras críticas" de algunos
políticos y medios de comunicación europeos que exigen la exclusión
de Grecia del euro y que rechazan que haya que acudir al rescate de
ese país, cuando -según Papandreu- los griegos "jamás han pedido que
se les rescate". EFE