Teherán, 1 nov (EFE).- El Parlamento iraní votó hoy a favor de un
cambio clave en la ley de sustitución de subsidios que promueve el
Gobierno, en el que exige que las ayudas directas en efectivo se
concedan a todos los ciudadanos y no solo a los más desfavorecidos.
Según la agencia oficial de noticias local Irna, la medida no
afectará a la cantidad que el Gobierno del presidente Mahmud
Ahmadienyad ha destinado para este controvertida medida, que ha
abierto un nuevo frente en el país.
Los diputados también han aceptado ceder la responsabilidad al
Ejecutivo del cálculo de las cantidades a entregar a cada ciudadano,
dependiendo de sus ingresos y posesiones.
El controvertido plan de eliminación de los subsidios fue
aprobado el pasado mes de octubre por el Parlamento iraní después de
que la propia Cámara lo desestimara en marzo, durante la votación de
los presupuestos generales del Estado.
Para que entre definitivamente en funcionamiento, debe ser antes
ratificado por el Consejo de Guardianes, segundo órgano de poder en
el país.
Defendido a ultranza por Ahmadineyad, el plan ha recibido
innumerables críticas, sobre todo de diputados y economistas locales
que creen que disparará la ya alta inflación que sufre el país e
incrementará las dificultades para comprar carne o llegar a final de
mes que ya tienen muchas familias iraníes.
El Ministerio de Economía replicó, semanas atrás, que tendrá un
efecto contrario, ya que en su opinión "atacará a sus raíces" y
frenará el consumo de la población.
Según el Gobierno, los subsidios son una carga en la economía
nacional y solo benefician a aquellos que tienen una situación
pudiente.
Además, el recorte paulatino de los subsidios durante el próximo
lustro en el combustible hará menos vulnerable a las amenazas
externas al reducir con ello el consumo, agrega.
El diario Sarmayeh explica hoy, por su parte, que la ayuda en
metálico alcanzará al 70 por ciento de la población, incluidos los
niños, pero critica que apenas contribuirá a cubrir las subidas que
se calculan en el precio de la electricidad y el gas.
En este sentido, algunos diputados, como el clérigo Hesmatolah
Falahatpisheh, han advertido de que existe la amenaza de que muchas
de las personas que realmente necesiten los subsidios ahora no los
reciban.
"Dejar a un amplio sector de la población sin subsidios creará
división entre los distintos grupos socio-económicos", señaló el
haytoleslam en declaraciones divulgadas pro la agencia Mehr.
"Además, el 30 por ciento de la información (sobre el nivel
económico de las familias) es sospechoso, y eso causa preocupación",
avisó.
Hoy, el responsable interino del Ministerio de Bienestar Social,
Nadali Olfatpour, reveló que los bancos iraníes abrirán más de 36
millones de cuentas para permitir que la población reciba las ayudas
directas en metálico.
En declaraciones publicadas por el diario local Jam-e Jam,
Olafpour señaló que el Ministerio prepara una escala con varios
niveles, ajustada al estatus económico de los iraníes, para
organizar el reparto.
"El centro Nacional de Estadísticas pondrá a nuestra disposición
la información sobre los primeros cinco niveles, y se ingresará la
ayuda, que llegará a ocho millones de familias", afirmó el
responsable, a quien cita la publicación.
De acuerdo con Olfatpour, se está creando un programa informático
para cruzar datos con las entidades bancarias.
El responsable no especifica, sin embargo, cuándo comenzará a
llegar el dinero a los 36 millones de cuentas, cifra que supone la
mitad aproximada de la población del país.
El diputado Husein Ibrahimi declaró el sábado a la agencia de
noticias local Mehr que la fecha para la aplicación del plan de
reforma económico "dependerá de las percepción de los diputados".
Pero "si no se establece una fecha, el Gobierno podrá hacerlo tan
pronto como tenga la aprobación del Consejo de Guardianes", advirtió
el clérigo. EFE