Teherán, 11 oct (EFE).- El Parlamento iraní respaldó hoy la línea
maestra del controvertido plan de reforma de los subsidios que
presentó el pasado marzo el presidente, Mahmud Ahmadineyad, y que
los propios diputados excluyeron de los presupuestos generales del
Estado.
Según la prensa local, el plan general de acción fue apoyado por
188 de los 290 diputados que componen la Cámara, aunque algunos
detalles financieros deben aún ser votados de nuevo, probablemente
este lunes.
La misma ley fue rechazada hace siete meses debido, según la
mayoría de los parlamentarios, a que existía un riesgo probable de
que espolee la inflación.
De acuerdo con el espíritu de la nueva ley, el Gobierno recortará
los subsidios a la gasolina, el gas y la electricidad y los
sustituirá por ayudas directas a los ciudadanos dependiendo de sus
ingresos.
El ministro de Economía, Shamsedin Hoseini, defendió hoy ante la
Asamblea esta medida populista que, en su opinión, no solo no creará
más inflación sino que "atacará a las raíces" de la misma.
La inflación se ha convertido en uno de los principales caballos
de batalla de la débil economía iraní, que atraviesa una profunda
crisis.
Según las cifras oficiales, ha descendido por debajo del 25 por
ciento en los últimos meses, una cifra que no refleja la situación
en la calle donde los precios se disparan día tras día.
Algunos expertos independientes la sitúan en torno al 40 por
ciento, un porcentaje que niega con vehemencia el Gobierno.
Irán concede a cada vehículo -excluidos los considerados de lujo,
como los todoterreno- una cantidad fija mensual para el consumo
subvencionado de gasolina, que mantiene el litro por debajo de los
diez céntimos de euro.
Este fin de semana, el ministro de Petróleo, Mohsen Mirkazemi, se
quejó de que esos subsidios son una de las causas de que se haya
tenido que interrumpir la inversión y parar decenas de proyectos
petroleros. EFE