(Corrige título)
Buenos Aires, 3 may (EFE).- Las principales patronales
agropecuarias de Argentina amenazaron hoy con boicotear los festejos
oficiales por el Bicentenario si el Gobierno no comienza a dar
soluciones a los problemas del campo.
En un acto en la ciudad bonaerense de Coronel Pringles, al
suroeste de Buenos Aires, el titular de Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA), Mario Llambías, pidió que el campo se movilice el
25 de mayo, cuando está previsto el grueso de las celebraciones por
los 200 años de la Revolución de Mayo, antecedente de la
Independencia del país.
"Salgamos a la calle a recibir el Bicentenario en cada rincón del
país, embanderando las casas y los autos", dijo Llambías ante unos
2.000 productores.
En un duro discurso, el dirigente rural sostuvo que los problemas
del sector, enfrentado desde 2008 con el Gobierno de Cristina
Fernández, no se solucionan "repartiendo algunas migajas a los
productores".
"Antes decíamos que éste era un Gobierno anticampo, pero nos
damos cuenta de que es un Gobierno antipaís", destacó antes de
indicar que muchos funcionarios "desconocen la realidad argentina".
Carlos Garetto, presidente de Coninagro, coincidió con Llambías
al señalar que "se ha impuesto la políticas de las migajas, con
subsidios y ayudas que no significan nada al lado de todo lo que el
sector de esta región ha aportado como retenciones".
El acto de hoy es de "reclamo directo hacia el Gobierno", afirmó,
y alertó que las autoridades han ido a la zona rural a "otorgar
dádivas y aportes vergonzosos, comparado con lo que el campo aportó
en los últimos cinco años".
Por su parte, el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati,
acusó al Gobierno de "robar el patrimonio (del campo) para sumirlo
en la humillación del clientelismo" y solicitó "retenciones cero"
para el maíz, el trigo, el sorgo, el girasol y las economías
regionales, así como una "sensible" reducción para la soja.
La protesta de hoy siguió al cese de comercialización de ganado
vacuno que el sector rural lideró la semana pasada en rechazo a la
política oficial hacia este mercado.
El enfrentamiento entre el Gobierno y el sector rural data de
comienzos de 2008 y ha derivado en cerca de una decena de huelgas
comerciales.
El conflicto se desató por un esquema móvil de impuestos a las
exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo, que finalmente quedó
sin efecto después de no ser convalidado por el Legislativo. EFE