Washington, 24 feb (EFE).- El Pentágono divulgó hoy nuevos
términos en la licitación para el contrato por 35.000 millones de
dólares para el futuro avión cisterna de la Fuerza Aérea
estadounidense, por el cual compiten Boeing y el consorcio
europeo-estadounidense EADS-Northrop Grumman.
El subsecretario de Defensa, William Lynn, dijo que el Pentágono
hizo 230 cambios en los términos de referencia de la licitación para
reemplazar los 179 aviones cisterna Stratotankers KC-135 que la
Fuerza Aérea estadounidense ha operado desde la década de 1950.
En una conferencia de prensa, Lynn aclaró que los cambios no
inciden en las condiciones del concurso y que se acordaron con el
fin de atender necesidades básicas.
Entre esos cambios, el funcionario indicó que el Pentágono
insistirá en un precio fijo de fabricación que podría ser ajustado
según el índice de inflación.
El subsecretario de Defensa también manifestó que el monto final
del contrato podría ser variable y dependería de las virtudes del
aparato y sus características.
"Si una empresa presenta una oferta más baja no significa que
habrá ganado esta competencia", manifestó.
Según el secretario de la Fuerza Aérea, Mike Donley, también
serán factores importantes el cumplimiento de exigencias básicas,
entre ellas las relativas a la eficiencia de combustible, o el costo
de las instalaciones para guardar las naves.
La licitación ha sido complicada con denuncias de corrupción y
ésta es la tercera vez en nueve años en que la Fuerza Aérea abre el
concurso para la sustitución de su vetusta flota de Stratotankers.
Donley hizo alusión a esas denuncias al afirmar que "este es un
proceso muy claro y ambos licitadores saben lo que tienen que hacer
para ganar la competencia".
Según los términos sobre los que Lynn informó hoy al Congreso,
los licitadores tendrán 75 días para presentar sus propuestas. El
Pentágono anunciará su decisión dentro de los 120 días siguientes.
Boeing ha propuesto el uso de su modelo 767, ensamblado en
Everett, en el estado de Washington, y que sería convertido en avión
cisterna en una planta de Whichita, en Kansas.
El lunes pasado los gobernadores de los estados de Maine, Iowa,
Utah, Oregón, Misuri, Illinois y Connecticut iniciaron una campaña
que respalda el modelo KC-767 de avión cisterna de Boeing, con el
argumento de que el contrato creará unos 50.000 puestos de trabajo.
El contrapeso a esta solución proviene de la llamada Aerospace
Alliance, con sede en Alabama, donde Northrop Grumman y la compañía
europea de aeronáutica, defensa y espacio (EADS) esperan construir
sus aviones para la Fuerza Aérea Estadounidense.
Aeroespace Alliance, integrada por políticos y empresarios de
Luisiana, Misisipi y Florida, ha propuesto que el Pentágono divida
el contrato entre los dos competidores lo cual, según este grupo,
crearía casi 100.000 empleos.
El aparato propuesto por Northrop Grumman/EADS usaría el fuselaje
del Airbus330, ensamblado inicialmente en una fábrica de Airbus en
la localidad francesa de Toulouse.
Después, el consorcio ofrece la construcción de una planta de
ensamblaje en la localidad estadounidense de Mobile, en Alabama.
Northtrop Grumman y EADS habían amenazado con retirarse del
concurso a menos que el Pentágono hiciera cambios sustanciales en
los términos de referencia divulgados el año pasado y que, según el
consorcio, favorecían la propuesta de Boeing.
Pero Lynn indicó que confía en que esa empresa dejará de lado sus
reticencias tras los cambios en las condiciones de la licitación.
"Esperamos que compitan y serán competidores muy fuertes",
indicó.
La senadora por Washington Patty Murra dijo que estudiará
cuidadosamente las especificaciones de la Fuerza Aérea para
asegurarse "de que la competencia sea justa y transparente".
"Si se nos da una oportunidad justa, los trabajadores del Estado
de Washington conseguirán este contrato", añadió. "Nuestro estado y
nuestro país necesitan este contrato ahora más que nunca. Lo básico
es que el avión cisterna significa empleos". EFE