Pekín, 14 oct (EFE).- Pekín albergó hoy la octava edición de la
cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), en la
que China, Rusia y los países de Asia Central debatieron medidas
para la recuperación de la crisis financiera y económica.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ejerció de anfitrión de los
jefes de gobierno de Rusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y
Uzbekistán, así como de los enviados de Afganistán, en calidad de
invitado, y de India, Irán, Mongolia y Pakistán, observadores.
Entre los líderes que viajaron a Pekín, destacó la presencia del
primer ministro ruso, Vladimir Putin -que ayer firmó acuerdos
bilaterales con China por valor de 3.500 millones de dólares- y de
Mohammad Reza Rahimi, primer vicepresidente de Irán.
Pekín y Moscú son los principales pilares de la OCS, mientras que
la república islámica aspira a ser aceptada como miembro de pleno
derecho de la OCS, que nació para luchar juntos contra el
extremismo, separatismo y terrorismo.
Según la agencia oficial Xinhua, durante la reunión, que fue a
puerta cerrada, las delegaciones abordaron la cooperación económica
y cultural, algo que a impulsos de China todos desean.
En declaraciones transmitidas por la cadena oficial china de
televisión CCTV, tras la firma del presupuesto de la OCS para 2010
en la clausura de la cita en la cumbre, Wen proclamó "un futuro
glorioso de paz y prosperidad para la región".
El primer ministro señaló que la reunión sirvió para "fortalecer
la cooperación económica multilateral, abordar la crisis financiera
global y asegurar el desarrollo económico", pero no entró en
detalles acerca de los acuerdos y compromisos alcanzados.
"China presta mucha atención a la OCS. Esta reunión ha demostrado
que los países de la región están profundamente interesados en
expandir la cooperación mutua para su parte del crecimiento estable
y a largo plazo", dijo el primer ministro chino.
Por su parte, Vladimir Putin coincidió con su homólogo chino y
declaró que "Rusia considera el desarrollo de la OCS como una
prioridad clave de su política exterior".
"El pacto firmado creará buenas oportunidades. Nos va a permitir
asegurar la coordinación de las medidas anti crisis", afirmó además
el ex presidente ruso.
La OCS fue fundada como una alianza regional de cooperación en
seguridad y lucha antiterrorista ante los problemas fronterizos
causados por la desintegración de la URSS, asuntos que también
estuvieron hoy sobre la mesa en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
Días antes de la reunión, el viceministro de Asuntos Exteriores
de China, Wang Guangya, afirmó que la organización debería afrontar
"nuevos problemas, nuevas amenazas y nuevos retos", en referencia al
desafío del islamismo radical.
"Los miembros de la OCS van a aumentar su determinación para
luchar conjuntamente contra el terrorismo durante esta reunión",
declaró el diplomático chino.
Sin embargo, en los últimos tiempos, China impulsa el enfoque
económico de la organización, con la firma de numerosos acuerdos
comerciales y energéticos, como el firmado ayer durante la visita
oficial de Putin, con Gazprom para asegurarse el suministro de
70.000 millones de metros cúbicos de gas en los próximos años.
La capacidad energética de la OCS es otro de los puntos claves de
esta organización, ya que sus miembros acumulan tres quintas partes
del territorio de Eurasia y casi la mitad de reservas de gas
conocidas en el mundo.
Crea en 1996, la OCS adoptó su formato actual de seis miembros
tras la admisión de Uzbekistán en 2001.
La próxima cumbre de jefes de Gobierno de la OCS, prevista para
finales de 2010, se celebrará en Kirguizistán. EFE
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