Toronto (Canadá), 27 jun (EFE).- La comunidad internacional
coincide en que la decisión de China de dejar que se aprecie su
moneda es un factor crucial para resolver los desequilibrios
mundiales, si bien el presidente Hu Jintao alertó de que el proceso
"llevará tiempo".
El mandatario chino se dirigió hoy al plenario del G20 con un
mensaje claro, de que los cambios no ocurren de inmediato, sino que
necesitan su tiempo.
Hu no se refirió en ningún momento a la cotización de su moneda,
un tema que los negociadores chinos han presionado para que no
aparezca en la agenda del G20, aun cuando la comunidad
internacional, con EE.UU. a la cabeza, se han quejado durante meses
de su excesiva depreciación.
En los últimos meses, el Congreso de EE.UU. ha pedido al Gobierno
de Barack Obama que presione a China para que deje fluctuar
libremente el yuan, al que consideran artificialmente depreciado, lo
que favorece las exportaciones chinas y daña a las estadounidenses.
En un intento de restar tensión de cara al G20, China anunció
hace una semana que iba a permitir la apreciación del yuan. En los
días posteriores, la revalorización no fue excesiva, sólo un 0,5 por
ciento, pero permitió calmar las quejas de los mercados.
El tema ha seguido flotando en el ambiente de la cumbre del G20,
hasta el punto de que el borrador de la declaración final incluye
una mención a la decisión de China, que los países celebran porque
permitirá al gigante asiático depender más de la demanda interna y
menos de las exportaciones.
No obstante, los diplomáticos chinos han estado presionando hasta
el último momento para que se retire esta mención, con el argumento
de que las quejas estadounidenses no deben formar parte del foro de
discusión mundial.
En su discurso ante el plenario, Hu omitió cualquier referencia a
la 'relativa' apreciación del yuan en los últimos días, pero dio a
entender que, de momento, es todo lo que va a ocurrir.
"Llevará mucho tiempo y un proceso complejo lograr un crecimiento
económico mundial más sostenible y equilibrado. No ocurrirá de la
noche al día", apuntó.
Añadió: "Debemos seguir presionando para lograrlo, pero siempre
respetando las circunstancias específicas y diferentes de cada
país".
Dejó claro, además, que una excesiva volatilidad de las divisas
internacionales pueden provocar riesgos para la economía mundial.
EFE
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