Lisboa, 20 jul (EFE).- El Gobierno luso y Nissan-Renault
anunciaron hoy que Portugal y el Reino Unido albergarán las dos
fábricas europeas de la multinacional que producirán baterías de
litio para automóviles eléctricos.
El primer ministro portugués, José Sócrates, informó además, en
un acto público con los directivos de Nissan, de que el Estado luso
bonificará la compra de coches eléctricos con cantidades entre 5.000
y 6.500 euros por vehículo y una exención del 50 por ciento del
impuesto de la renta en el caso de flotas de empresas.
Sócrates destacó la importancia de la nueva fábrica de
Nissan-Renault en su país, que supone una inversión inicial de 250
millones de euros para producir entre 50.000 y 60.000 baterías, y
anunció también que las flotas de los organismos públicos
incorporarán un 20 por ciento de automóviles eléctricos.
El vicepresidente de Nissan-Renault, Eric Nicolas, que participó
con otros directivos de la compañía en la presentación del acuerdo
con el Gobierno luso, subrayó el propósito de su firma de apostar
por el vehículo eléctrico y recordó que Portugal fue el primer país
europeo en firmar, el año pasado, un acuerdo para promoverlo.
Fuentes de la presidencia del Gobierno luso dijeron a Efe que la
adjudicación de la fábrica a Portugal se ha producido con una fuerte
competencia de otros países europeos, interesados también en
albergar el proyecto.
Sócrates resaltó que su país ha puesto ya en marcha un plan para
que este mismo año haya más de 300 estaciones de recarga de baterías
de automóviles eléctricos por todo el país dentro de su apoyo a las
energías limpias, que aportan ya el 40 por ciento de la electricidad
que consumen los portugueses.
"Ha llegado la hora del automóvil eléctrico", proclamó Sócrates,
que consideró este vehículo "un nuevo paradigma de la economía" y
una forma importante de reducir la contaminación y los gases de
efecto invernadero.
El primer ministro socialista luso expresó el objetivo de su
Administración de que el uso de un coche eléctrico no suponga más
gastos ni molestias para los ciudadanos y anunció que se harán
varias leyes para hacer realidad ese propósito.
Entre estas normativas figuran la aportación por parte del Estado
de 5.000 euros a los particulares que adquieran un auto eléctrico,
que subirán a 6.500 si el comprador se deshace además de un vehículo
de combustión.
En el caso de las empresas, agregó, aquellas cuya flota esté
integrada por los nuevos automóviles, tendrán una exención del 50
por ciento en el impuesto de la renta de las sociedades.
Sócrates, que pondrá a prueba su actual mayoría absoluta
parlamentaria en las elecciones generales del próximo 27 de
septiembre, señaló que promoverá otra ley para que en los edificios
de nueva construcción sean obligatorios los puntos de recarga de
baterías en los garajes.
El pasado mes de junio Portugal lanzó una red nacional de recarga
de vehículos eléctricos que contará con 320 puntos de abastecimiento
el año próximo y 1.300 en 2011.
Este mismo año están previstas las primeras estaciones en los 21
mayores núcleos urbanos del país, en un proyecto que ha involucrado
a empresas energéticas, de servicios y organismos públicos lusos.
Los directivos de Nissan-Renault consideraron clave la decidida
actitud portuguesa a favor del coche eléctrico para escoger a este
país como centro de una de sus fábricas y experiencias piloto.
La multinacional de automóviles espera comercializar vehículos
eléctricos a partir de 2010 en algunos mercados y contar en Portugal
con un modelo familiar y competitivo con los coches de combustión un
año después.
Los planes de Nissan-Renault para ese tipo de vehículos,
anunciados el año pasado en Lisboa por el presidente del grupo,
Carlos Ghosn, contemplan una autonomía de 160 kilómetros y
posibilidades de recarga rápida, de 20 a 30 minutos, o larga, entre
seis y ocho horas.