Estrasburgo (Francia), 15 sep (EFE).- El Partido Popular está
decidido a garantizar que el nuevo tratado de libre comercio que la
UE tiene previsto firmar con Corea del Sur no perjudique a la
industria automovilística europea y que se eviten pérdidas de empleo
en fábricas españolas.
El eurodiputado del PP Pablo Zalba ya ha pedido explicaciones a
la comisaria europea de Comercio, Catherine Ashton, a este respecto,
explicó esa formación política en un comunicado.
Zalba mantuvo hoy en Estrasburgo una reunión con el representante
de Volkswagen para la Unión Europea, Christof Klitz, y con el
director de la Asociación Alemana del Automóvil, Ralf Diemer, para
intercambiar puntos de vista sobre los problemas que puede generar a
la industria europea el acuerdo con Corea.
La presidencia sueca de turno de la UE, en nombre de los
Veintisiete, y el Gobierno coreano anunciaron en julio pasado que
habían despejado todos los asuntos pendientes para concluir un
tratado de libre comercio, cuya rúbrica definitiva podría efectuarse
en octubre.
El acuerdo prevé la eliminación paulatina de los aranceles para
el 96 por ciento de los productos comunitarios y el 99 por ciento de
los bienes surcoreanos en los tres años siguientes a su entrada en
vigor.
En cuanto a los bienes industriales, se eliminarán la mayoría de
los aranceles en los cinco años posteriores a la entrada en vigor
del pacto comercial.
En el apartado de automoción, las dos partes acordaron eliminar
los aranceles a los vehículos con motores de más de 1,5 litros en
menos de tres años, mientras que los de menor cilindrada serán
eliminados en cinco años.
Actualmente, Corea del Sur grava con el 8 por ciento a los
automóviles europeos, mientras que la UE impone una carga del 10 por
ciento a los surcoreanos.
El eurodiputado del PP advirtió hoy de que algunas de estas
cláusulas podrían generar ventajas competitivas desleales para la
industria surcoreana y, como consecuencia, pérdidas de puestos de
trabajo en las factorías europeas.
En su encuentro con Zalba, los representantes de la industria
alemana aludieron a las barreras no arancelarias que dificultan las
exportaciones europeas a Corea del Sur, como la regulación en
materia de emisiones de CO2 que fomenta la adquisición de vehículos
de baja cilindrada fabricados en el país asiático. EFE