Pekín, 14 sep (EFE).- El número total de desplazados para
construir la gigantesca presa china de las Tres Gargantas fue de
1,27 millones, un dato superior al anunciado con el proyecto, según
informó hoy la prensa local.
La cifra final, confeccionada con datos recopilados hasta junio,
supera a la que hasta hace poco facilitaban las autoridades, de 1,2
millones, según informó un funcionario chino citado hoy por el
diario "South China Morning Post".
Además, hace dos años las autoridades indicaron de que
"animarían" a otros cuatro millones de residentes a abandonar la
zona antes de 2020, aunque insistieron en que esos desalojos no
estaban relacionados con la presa, cuya inauguración estaba prevista
en 2008.
Lu Chun, subdirector de la oficina responsable del proyecto, que
depende directamente del ejecutivo chino, informó de que se están
construyendo 50 millones de metros cuadrados de viviendas para
acomodar a los desalojados por la presa, pero no facilitó una fecha
para su realojo.
Según esta fuente, ha sido su oficina la que ha provisto más de
un 96 por ciento de la vivienda para los afectados.
Los grupos que se oponen a la construcción de la presa señalan
que se han producido masivos casos de corrupción en el programa de
realojo, mientras que los expropiados dicen que nunca han recibido
las compensaciones ni los puestos de trabajo prometidos.
Según informó ayer Lu, hasta la fecha se han destinado unos 8.800
millones de dólares (6.000 millones de euros) en fondos para los
desahuciados, pero reconoció que sólo un 5 por ciento había llegado
a su destino, mientras que el resto se ha gastado en proyectos de
como carreteras y energía para aumentar el PIB local.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, sólo uno de cada
cuatro expropiados, campesinos que con el desahucio pierden también
su medio de vida, han recibido el empleo prometido por las
autoridades.
Desde finales de la década de 1990 tanto el Banco Mundial como
las Oraganizaciones No Gubernamentales (ONG) han denunciado la
penosa situación económica a la que se enfrentan los desplazados por
la presa, la mayor del mundo con 2.309 metros de amplitud y 186
metros de alto, que funcionará a plena capacidad este mismo año.
Según Lu, el presupuesto final de la presa es de 27.190 millones
de dólares (19.000 millones de euros), como estaba previsto.
El proyecto empezó a construirse en 1993 en el curso medio del
río Yangtsé, el más largo de Asia, con el fin de controlar su
caudal, que desde hace siglos provoca devastadoras inundaciones, y
conseguir energía limpia y barata para el desarrollo del país.
En octubre del año pasado 26 de las 32 turbinas con las que
cuenta la presa estaban ya operativas, con una capacidad instalada
de 18,2 gigavatios, pero está prevista la construcción de otras seis
turbinas adicionales subterráneas, con las que la capacidad total
aumentará hasta 22,5 gigavatios.
La primera de estas turbinas subterráneas estará lista en 2010.
A finales de junio la presa había generado 320.820 millones de
kilovatios hora, la mayoría de ellos vendidos a la red eléctrica
estatal para el suministrar al este, centro y sur del país asiático.
Los opositores de la presa critican también el negativo impacto
ambiental y la pérdida de patrimonio arquitectónico chino que ha
quedado sumergido con el megalómano proyecto. EFE