Naciones Unidas, 7 jul (EFE).- El presidente del Banco Central de
El Salvador, Carlos Acevedo Flores, pronosticó hoy que la
recuperación económica de su país será débil, al tiempo que explicó
las iniciativas del ejecutivo salvadoreño para amortizar el impacto
de la crisis entre los más vulnerables.
Acevedo participó hoy en un debate en la Organización de Naciones
Unidas (ONU) sobre las medidas a corto y largo plazo que los países
están realizando para enfrentar la crisis económica y financiera.
El presidente del Banco Central salvadoreño señaló que, dadas las
características de su país, su recuperación económica "será sin duda
una de las más débiles", indicó hoy el departamento de información
del Consejo Económico y Social (ECOSOC) del organismo internacional
al respecto de esa reunión.
Acevedo señaló que el actual Gobierno salvadoreño, en el poder
desde junio de 2009, ha puesto en práctica diferentes iniciativas
hasta 2014 para afrontar este periodo de crisis, entre las que
incluye la aspiración a la protección social universal, en un país
en el que el 75% de la población no dispone de cobertura social
alguna.
Señaló también que uno de los problemas de El Salvador está
relacionado con que el sector bancario de su país está en manos
extranjeras que "no se han interesado por el desarrollo social" de
la nación.
El Salvador, dijo Acevedo, recibió en 2009 remesas de los
inmigrantes en el exterior equivalentes al 18% del Producto Interno
Bruto (PIB) nacional, además de explicar que los ingresos fiscales
del país se han reducido el 10% y se han perdido 40.000 empleos (2%
de la población activa) en el sector formal.
También dijo que el índice de pobreza ha aumentado el 10%, lo que
ha colocado el país en la situación en la que estaba hace diez años.
Acevedo Flores se refirió también al apoyo que el país
centroamericano ha recibido de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), así como del Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
para promocionar el empleo y la estabilidad macroeconómica.
Por su parte, el representante de la OIT, Assane Diop, se refirió
al pacto mundial por el empleo patrocinado por esa institución y
señaló que "es indisociable de la protección social".
Diop señaló que el nivel mundial de empleo ha bajado el 1% en
2009 y que en 2010 hay 210 millones más de desempleados en el mundo,
al tiempo que alertó de que la economía informal está ganando
terreno.
"El coste de esta crisis para el empleo es enorme, sobre todo
para las poblaciones más vulnerables sin ahorros y sin red de
protección social", agregó Diop, que recordó que en la actualidad
hay más de 1.400 millones de personas que viven con menos de 1,25
dólares por día.
Diop pidió a los países que elaboren planes nacionales de empleo,
tal como han hecho ya El Salvador y Argentina, con la ayuda de la
OIT.
Por su parte, Norberto Ciaravino, jefe de gabinete del ministerio
argentino de Trabajo, señaló que su país ha intensificado los
esfuerzos para ampliar la cobertura social a un máximo de la
población para resistir mejor ante las crisis.
Ciaravino señaló, según el ECOSOC, que su país vivió en 2002 una
versión anticipada de la actual crisis mundial y que en la
actualidad son 18 millones los argentinos que reciben prestaciones
sociales.
Agregó que las políticas de su país han permitido reducir el paro
del 25% al 8% de la población activa, además de que las subvenciones
públicas han salvaguardado 100.000 empleos y dos millones de
personas se han integrado en el sistema de pensiones, entre otros
logros. EFE