Londres, 14 jun (EFE).- La fortaleza del euro ocultó a los países
de la zona de la moneda única los problemas fiscales subyacentes,
según el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
En una entrevista que publica hoy el diario Financial Times, el
político belga critica al mismo tiempo a los mercados financieros
por su reacción, que considera excesiva, a las dificultades
económicas actuales y por guiarse por "rumores y prejuicios".
"Los mercados se mostraron excesivamente indulgentes en la
primera década, pero ahora la mayor parte del tiempo reaccionan de
modo excesivo a los mínimos incidentes", añade Van Rompuy.
"El error no ocurrió este año. El error se produjo en los once
primeros años de la historia del euro", señala el presidente del
Consejo Europeo.
"El euro se convirtió en una moneda fuerte con muy pequeños
diferenciales de los tipos de interés (en los bonos del Tesoro). Fue
como un somnífero, como una droga. No nos percatamos de los
problemas subyacentes", explica Van Rompuy.
Según éste, el bloque de dieciséis países que integran la zona
del euro estuvieron a punto de ruptura el mes pasado, algo que
habría originado una crisis mundial.
Ahora, sin embargo, los dirigentes europeos han comprendido que
la única forma de avanzar es aplicar reformas económicas que
resultarán políticamente impopulares, pero son necesarias, como la
flexibilización de los mercados laborales y el retraso de la edad de
jubilación.
Van Rompuy presidirá el próximo jueves en Bruselas una cumbre de
jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que debe aprobar
un programa de reforma económica para los próximos diez años.
Uno de los temas a debate será seguramente la propuesta de la
Comisión Europea de que cada Estado someta su proyecto de
presupuesto al examen del resto de los países de la Unión Europea
antes de que lo adopte a nivel nacional.
Esto es algo que ha rechazado el Gobierno británico, que insiste
en que el primero en ver su proyecto debe ser su propio Parlamento.
En la entrevista, Van Rompuy se pronuncia a favor de una mayor
regulación de los mercados financieros, especialmente en lo que
respecta a las agencias de calificación de riesgo y los mercados de
derivados. EFE