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Washington, 24 abr (EFE).- El presidente Barack Obama dijo hoy
que está complacido por la recuperación de la industria automotriz
de EE.UU., y reiteró la necesidad de reformar la industria
financiera a la que atribuyó la mayor responsabilidad por la crisis
económica.
Al desatarse la recesión, la industria automotriz, uno de los
ejes económicos del país, admitió que estaba al borde del colapso.
Las más afectadas, junto con Ford, fueron General Motors y
Chrysler, a las que el Gobierno decidió respaldar financieramente
pese a las críticas.
"Muchos temieron que estábamos tirando el dinero, que los
contribuyentes perderían gran parte de su inversión y que esas
empresas quebrarían sin importar lo que se hiciera", dijo Obama en
su habitual discurso de los sábados.
"Pero un año después el panorama es muy diferente. En efecto, la
industria se está recuperando a un ritmo que pocos pensaban que
fuera posible", señaló.
Esta semana General Motors anunció que pagaría los préstamos y
sus intereses con cinco años de anticipación y que no solo se ha
recuperado sino que ha agregado 45.000 nuevas plazas de trabajo en
sus plantas.
Por otra parte, Chrysler también ha pagado los préstamos
recibidos con sus respectivos intereses, señaló.
Además, Obama añadió que el rescate financiero de la industria,
que "era absolutamente necesario para impedir un desastre económico
todavía peor", costará al contribuyente una fracción de lo que se
temió originalmente.
Como resultado, la industria automotriz es ahora más estable y la
economía se encuentra en una mejor situación, sostuvo.
El presidente indicó que parte de la crisis de esa industria y
una de las principales causas de los problemas económicos del país
surgieron del sector financiero.
"Sin normas de sentido común, las empresas de Wall Street
asumieron riesgos enormes e irresponsables que pusieron en peligro
al sistema financiero y perjudicaron a casi todos los sectores de
nuestra economía", manifestó.
Frente a esa situación, Obama planteó esta semana una reforma del
sistema financiero cuyo objetivo es hacer más transparentes las
operaciones de las empresas financieras y proteger a los
consumidores.
Estas reformas para las que ha pedido el voto de republicanos y
demócratas en el Congreso pondrán fin, "de una vez por todas", a los
rescates que tienen que financiarse con dineros de los
contribuyentes, manifestó.
"Así es como restableceremos la confianza en nuestros mercados.
Así es como ayudaremos a poner fin al ciclo de auge y crisis como la
que hemos visto. Y así es como, después de dos años difíciles, no
sólo reviviremos la economía, sino que ayudaremos a reconstruirla
más fuerte que nunca", aseguró. EFE