Buenos Aires, 17 jul (EFE).- Productores agropecuarios de
Argentina regalaron hoy leche en diversos puntos del país como
medida para protestar contra las políticas oficiales hacia el sector
lácteo, que vive una "crisis terminal", según las entidades rurales.
Los dueños de los tambos, los establecimientos de cría de ganado
y de extracción de leche, se concentraron en diversas ciudades, a
las puertas de grandes supermercados, donde repartieron leche
gratuitamente.
Los productores lácteos reclaman un precio mayor para la leche
del que actualmente les pagan las industrias procesadoras de
lácteos.
"Distribuimos leche para demostrar la enorme diferencia entre lo
que recibe el productor, 75 centavos de pesos (19 centavos de
dólar), y lo que paga el consumidor, 3 pesos (78 centavos de dólar).
¿Quién se queda con esa ganancia en el medio y por qué el Gobierno
no controla la cadena de comercialización?", se preguntó el titular
de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.
Según fuentes del sector consultadas por Efe, tres tambos cierran
cada día en Argentina como consecuencia de las políticas
"equivocadas" hacia la actividad que aplica el Gobierno de Cristina
Fernández.
Las patronales agropecuarias, en conflicto con el Gobierno desde
marzo de 2008, calculan que desde 2003 han desaparecido 5.000
tambos, lo que supuso la destrucción de 20.000 empleos vinculados
con la lechería en forma directa.
El fenómeno explica por qué cerca de doscientas vacas son
enviadas a diario al matadero por los productores lecheros que
deciden cambiar a actividades más rentables como el cultivo de soja.
"Las distorsión comercial es abrumadora. Los tambos están en
quebranto, mientras el consumidor paga una sobrecarga en los precios
de un 80 por ciento", dijo hoy a la prensa local Juan Aimar,
integrante de la Mesa Nacional de Productores de Leche.
De acuerdo con un estudio elaborado por las Confederaciones
Rurales Argentinas (CRA), la participación promedio de los
productores en el precio final de la leche es "de las más bajas de
la historia" y pasó del 32 al 21 por ciento en dos años.
Según el vicepresidente de CRA, Néstor Roulet, si cesara la
intervención gubernamental y se respetaran los márgenes históricos
de los tamberos, "el precio actual que debería cobrar el productor
primario rondaría los 1,18 pesos (0,31 dólares) por litro".
De acuerdo con el estudio, sobre el precio al consumidor de la
leche, un 20 por ciento se lo lleva el Estado a través de impuestos,
un 28 por ciento los distribuidores y comercializadores y un
porcentaje similar es para la industria, cuyos precios máximos están
limitados por el Gobierno. EFE