París, 22 jul (EFE).- Un nuevo impuesto de 32 euros, a pagar por
los particulares, por tonelada de dióxido de carbono (CO2) emitida
por el consumo de combustibles fósiles y electricidad es la
propuesta de una comisión oficial para definir la política frente al
cambio climático y que preside el ex primer ministro, Michel Rocard.
El propio Rocard avanzó hoy el contenido de esa propuesta que
entregará al Gobierno el viernes, y en la que sugiere la entrada en
vigor desde el próximo 1 de enero.
En una entrevista a la emisora de radio "France Inter", indicó
que el nuevo impuesto representará unos 300 euros anuales para más
de la mitad de las familias del país, y que el objetivo no es
aumentar la recaudación fiscal, ya que debería haber compensaciones
con la fiscalidad de las empresas.
Lo que se pretende, subrayó el ex primer ministro socialista, es
dar una señal con los nuevos precios para "incitar a la gente a
desplazarse menos, a decantarse poco a poco por los coches
eléctricos, a instalar ventanas con doble cristal o a ahorrar en la
calefacción".
Para que no salgan perjudicadas las personas que viven en zonas
rurales y están obligadas a moverse en coche propio o a quienes no
tienen alternativas renovables para calentarse, se prevé una
compensación "parcial" que debería tener un carácter global, y no
aumentar cuando crece el consumo, y además con carácter transitorio.
Rocard contó que se ha decantado por pedir que la tasa no se
limite a la compra de combustibles fósiles como el petróleo, el gas
o el carbón, principales causantes del efecto invernadero, sino que
se extienda también a la factura de la electricidad.
Y eso pese a que la cuestión era controvertida porque los
productores de electricidad -que en Francia es en un 80% de origen
nuclear- ya están sometidos al mercado europeo de cuotas de emisión,
al igual que las otras industrias más contaminantes.
Según las conclusiones del informe preparado por Rocard, que es
producto de una concertación de varias semanas con expertos, el
nuevo impuesto de 32 euros por tonelada de CO2 debería incrementarse
hasta los 100 euros en el horizonte de 2030 para acelerar el ahorro
de energía.
De acuerdo con sus cálculos, en principio aportaría 8.300
millones de euros anuales, de los cuales 4.300 millones los pagarían
los consumidores particulares que, por ejemplo, verían subir el
precio del gasóleo en unos 8,5 céntimos de euro por litro desde el
año próximo, y en unos 7,7 céntimos para la gasolina sin plomo y la
factura de los que se calientan con gas podría encarecerse un 15%.
El Gobierno, que había pedido a Rocard la dirección de esta
concertación, será el que decida y lo traduzca en actos, empezando
con el proyecto de ley de presupuestos de 2010 que debe presentar a
finales de septiembre. EFE