Moscú, 6 sep (EFE).- El primer ministro ruso, Vladímir Putin,
expresó hoy su desconfianza en las energías renovables, al afirmar
que la energía nuclear ofrece la única alternativa al petróleo y el
gas, que seguirán centrando el consumo durante décadas.
Las energías alternativas "ofrecen un cambio insignificante, pues
grandes plantas eléctricas no pueden funcionar con energía eólica,
por más que se pretenda. En las próximas décadas es imposible", dijo
Putin durante con un grupo de políticos y politólogos extranjeros.
"Los hidrocarburos tienen sólo una alternativa potente: la
energía atómica", indicó el jefe del Gobierno ruso al destacar la
decisión de Alemania de prolongar el funcionamiento de sus plantas
nucleares, según la agencia RIA-Nóvosti.
Según Putin, "el mercado de gas se restablece", mientras que la
la producción de gas de esquisto "crea competencia" al carburante
ruso en el mercado mundial, pero suscita serias dudas en lo que
respecta a su rentabilidad, reservas y aspectos ecológicos.
Aunque admitió que la apuesta de EEUU por la producción de gas de
rocas de esquisto ha limitado el mercado norteamericano para Qatar,
que ha encauzado su carburante a Europa haciendo competencia al
ruso, Putin aseguró que "ello no supone ninguna catástrofe".
"Teniendo en cuenta la creciente demanda de energía en el mundo,
no veo en ello ningún problema. Según estimaciones de especialistas,
el consumo energético sólo irá en aumento", sentenció.
Por tanto, aseguró que Rusia mantendrá su política de tender a
marchas forzadas los gasoductos Nord Stream y South Stream,
destinados a llevas gas a Europa por los mares Báltico y Negro,
respectivamente.
Al mismo tiempo, Putin se mostró escéptico respecto al futuro
gasoducto Nabucco, que deberá llevar gas de Asia Central y el Caspio
a Europa sin pasar por Rusia, al señalar que este proyecto europeo
carece de reservas seguras de carburante.
Explicó que Rusia no entregará gas a este ducto, Irán tardará en
explotar sus yacimientos, Azerbaiyán tiene reservas limitadas y ya
realiza suministros a Rusia, mientras que Turkmenistán ha tendido un
gasoducto para bombear carburante a China y no está claro si sus
reservas alcanzarían para Nabucco.
"Todo esto plantea un gran interrogante sobre la viabilidad del
proyecto Nabucco", resumió Putin, escéptico respecto a la
posibilidad de que grandes compañías inviertan miles de millones en
este gasoducto sin tener asegurados contratos de suministro a largo
plazo.
"Que Dios les ayude. Personalmente, no vería nada trágico en que
lo hicieran", ironizó. EFE