Londres, 5 ago (EFE).- El Reino Unido quiere reemplazar los
vuelos internos por una nueva red ferroviaria de alta velocidad,
confirmó el ministro de Transporte, Andrew Adonis, en una entrevista
que publica hoy el diario "The Guardian".
Debido a razones medioambientales, Adonis cree que favorecerá a
la ciudadanía hacer que los 46 millones de pasajeros que usan vuelos
nacionales al año pasen a utilizar trenes capaces de rodar a más de
400 kilómetros por hora.
"Por motivos de reducción de carbono y otras ventajas
medioambientales, favorece claramente el interés público que
sustituyamos de forma sistemática la aviación de corto alcance por
el ferrocarril de alta velocidad", explicó el titular del ramo.
El ministro reveló que el plan para conectar el sur y el norte
del país con trenes rápidos de nueva generación se encuentra
avanzado, si bien dio pocos detalles sobre la financiación del
proyecto, un asunto crucial a la luz de la actual crisis económica.
Adonis, favorable a aplicar la idea británica a Europa, sólo
precisó que la línea entre Londres y Birmingham (centro de
Inglaterra) costaría 7.000 millones de libras (8.260 millones de
euros) que serían sufragados por el sector público y privado.
La iniciativa se enmarca en la promesa del Gobierno laborista de
reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 80 por ciento
antes de 2050.
Sin embargo, la Asociación de Transporte Aéreo Británica (BATA),
que cuenta entre sus miembros con aerolíneas como British Airways
(BA) y BMI, advirtió al Ejecutivo de que no podrá eliminar los
vuelos internos.
"Hay líneas de alta velocidad en Francia, Alemania y Japón, pero
todavía tienen rutas aéreas nacionales entre las principales
ciudades", apuntó Roger Wiltshire, secretario general de la BATA.
Los comentarios de Adonis fueron mejor acogidos por Richard
Hebditch, del grupo ecológico Campaña para un Mejor Transporte, que
subrayó que "no tiene sentido volar distancias cortas si existe una
alternativa ferroviaria directa".
Aunque celebró el plan gubernamental, Hebditch recordó al
Ejecutivo que aún debe "revisar" su intención de construir la
polémica tercera pista del aeropuerto londinense de Heathrow, uno de
los de mayor tráfico aéreo del mundo. EFE