Washington, 4 nov (EFE).- La Reserva Federal mantuvo hoy su
política monetaria y, aunque admitió que hay indicios de
reactivación económica, declaró que las condiciones requerirán tasas
de interés "excepcionalmente bajas por un período extenso".
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la
política monetaria de Estados Unidos, concluyó dos días de
deliberaciones en su penúltima sesión de política monetaria de este
año, reafirmando unánimemente el curso adoptado en diciembre de
2008.
Desde entonces la tasa interbancaria de corto plazo -la tasa de
referencia en EE.UU.- ha estado entre el 0 y el 0,25 por ciento. La
Reserva, además, ha volcado casi un billón de dólares en el sistema
financiero mediante compra de bonos del Tesoro, garantías a pagarés
comerciales, y la adquisición de activos respaldados por hipotecas.
La decisión, que mantuvo las tasas de interés en niveles mínimos
y las palabras "período extenso" en el comunicado que las incluye
desde marzo, fue unánime en el Comité.
La Reserva completó el mes pasado su programa para la adquisición
de 300.000 millones de dólares en bonos del Tesoro, y el comunicado
muestra que seguirá reduciendo de manera muy gradual su
intervención.
Aunque la Reserva apunta a adquirir en el primer trimestre del
año próximo un total de 1,25 billones de dólares en activos de
agencias federales respaldados por hipotecas, invertirá "alrededor
de 175.000 millones de dólares en la adquisición de deuda de
agencias federales".
Dos meses atrás la Reserva había indicado que adquiriría hasta
200.000 millones de dólares en estos activos.
"Las empresas siguen recortando sus inversiones fijas y su
personal aunque a un ritmo más lento", señaló la Reserva. "La
actividad en el sector de la vivienda se ha incrementado en meses
recientes".
Al mismo tiempo, añadió, "como es probable que la debilidad
sustancial de recursos seguirá aplacando las presiones de costos y
las expectativas de inflación a largo plazo son estables, el Comité
espera que la inflación siga siendo moderada por cierto tiempo".
El presidente de la Reserva, Ben Bernanke, y sus colegas bregan
para determinar cuándo la recuperación económica, de la cual ha
habido indicios durante los últimos tres meses, sea suficientemente
fuerte como para que el banco central disminuya la intervención que
evitó una depresión.
Si bien el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 3,5 por ciento
en el tercer trimestre, el primer incremento en un año, el índice de
desempleo fue del 9,8 por ciento en septiembre y los analistas
esperan que el Departamento de Trabajo informe el viernes de un
desempleo del 9,9 por ciento en octubre.
Las tasas de interés en niveles bajos sin precedentes y las
compras hechas por la Reserva de bonos del Tesoro y deuda
hipotecaria, combinadas con el plan de estímulo económico del
presidente Barack Obama, con un monto de 787.000 millones de
dólares, contribuyeron a ese crecimiento.
Hasta el 30 de septiembre, el Gobierno había distribuido unos
339.000 millones de dólares del Plan de Estímulo aprobado en
febrero, en programas como los subsidios a la compra de automóviles
nuevos y la compra de viviendas.
Los analistas calculan que sin el aporte de la industria de
vehículos automotores, beneficiada por el programa de "dinero por
chatarra" del Gobierno, el crecimiento del PIB entre julio y
septiembre hubiese sido del 1,9 por ciento. EFE
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