París, 26 nov (EFE).- El consumo mundial de vino caerá este año
afectado por la crisis, mientras que la producción será idéntica a
la de 2008, según las previsiones que presentó hoy en París la
Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV).
"Si no se incrementa el volumen de las importaciones, el consumo
vinícola mundial 2009 podría proseguir su reducción con relación a
2008 debido a una caída del volumen de los intercambios y del
consumo de los países importadores, afectados por la crisis",
explicó su director general, Federico Castellucci.
El total de la producción de caldos en 2009 oscilará entre los
262,8 y los 273,1 millones de hectolitros, cifra casi idéntica a los
267,8 millones registrados en 2008.
"Esta evolución conduce a un nivel mundial de vino que se puede
calificar de modesto, consecuencia de la combinación de un moderado
nivel de producción y de unos excedentes, que deberían ser
igualmente modestos a nivel global, a pesar de que el análisis sería
mejor si se realiza por segmentos de mercado", señaló la OIV.
Después de la evolución negativa del pasado año, la Unión Europea
(UE) registrará una ligera progresión del 1% en 2009 gracias al
aumento de la producción francesa, portuguesa, rumana y búlgara a
pesar de la caída de España, Italia y Alemania, productores
tradicionales.
Por el contrario, la producción de la zona hemisferio sur,
Estados Unidos y Suiza registrará una ligera regresión, motivada por
la caída en Argentina, Brasil y Australia, pese al incremento en
Estados Unidos, Chile y Suiza.
Después de la caída en el consumo mundial de vino de 2008 hasta
los 245 millones se prevé una caída este año, que se estima que se
sitúe entre 241 y 251,5 millones, como consecuencia, además, "del
descenso del consumo en los países productores".
"El sector vitivinícola no ha quedado al margen de la crisis
económica mundial y, en particular, en lo que se refiere al consumo.
En 2009 hemos tenido además de un estancamiento de la producción,
una reducción global de la demanda", afirmó Castellucci.
Asimismo, alertó sobre la tendencia cada vez más frecuente de
reducir el precio del vino para fomentar su consumo, pues "será
difícil subirlo, cuando termine la crisis".
"La solución tiene que pasar por una mayor inversión en la
promoción", comentó Castellucci, pues en los últimos años se ha
comprobado que dos de cada cinco botellas son consumidas fuera del
país que las produce.
La superficie vitícola mundial muestra un ligero retroceso, tras
la aplicación de la reforma implícita en la Organización Común de
Mercado (OCM) del vino, que ha afectado a los países europeos
productores de vino más importantes como España, Italia, Francia y
Portugal.
En este sentido, el director general de la OIV destacó la gran
implantación de esta medida en su primer año en España, pues se
espera una reducción de 45.000 de hectáreas, frente a Italia
(11.900) o Francia (10.300).
Por países, la OIV calcula que España registrará una producción
de 34,2 millones de hectolitros para 2009, un 6% menos que el pasado
año, y se mantiene como el tercer mayor productor del mundo.
Francia, por su parte, se convierte en el primer productor
mundial de vino, con una producción estimada de 45,7 millones de
hectolitros, y supera así a su principal competidor, Italia, con
45,5 millones, que lideró de la clasificación desde 2007.
En cuanto a América Latina, Castellucci destacó el "muy buen
nivel de dinamismo del sector vinícola" en la región, así como "las
perspectivas de exportaciones internacionales".
Además señaló "la interesante diversificación de mercado" y
reconoció la "potencialidad" de Argentina y Chile, "el buen trabajo"
realizado por Uruguay y "la evolución a medio plazo" de Brasil. EFE
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