Pittsburgh (EE.UU.), 24 sep (EFE).- El secretario de Hacienda de
México, Agustín Carstens, dijo hoy no tener un "plan B" si el
Congreso rechaza la elevación de impuestos al consumo, la renta, el
alcohol, telecomunicaciones, juegos y sorteos propuesta por su
Gobierno.
"Vamos a insistir en nuestro plan, destacando sus ventajas", dijo
Carstens en inglés a la prensa en Pittsburgh, donde participa de la
cumbre del G-20. "No hay un plan B", enfatizó.
Según el secretario, las medidas del Gobierno mexicano "dan más
estabilidad a la financiación de programas que combaten la pobreza y
fortalecen las cuentas fiscales".
El Gobierno presentó el 8 de septiembre la propuesta, que prevé
la aplicación de un nuevo impuesto del dos por ciento al consumo y
la subida de gravámenes a la renta y a los aplicados al alcohol,
telecomunicaciones, juegos y sorteos.
Los ingresos extra paliarían el agujero fiscal de 300.000
millones de pesos (23.000 millones de dólares) previsto para 2011 y
también se usarían para programas de combate a la miseria en México,
donde casi la mitad de los 107 millones de habitantes son pobres.
Carstens participará hoy en la cena que inaugurará la cumbre y
que reunirá a los jefes de estado con sus intérpretes en una mesa, y
a los ministros de economía en otra sala.
Uno de los asuntos principales del encuentro será cómo poner las
bases para un crecimiento equilibrado en el futuro, que no de pie a
crisis como la actual.
Para ello, el borrador de la declaración final, al que tuvo
acceso Efe, pide un aumento del ahorro privado y la reducción del
déficit en algunos países, y la promoción de la demanda interna en
otros, además de reformas estructurales que aumenten el potencial de
crecimiento.
Este es un llamamiento promovido por Washington, que sufre un
elevado déficit exterior con China, Japón y Alemania, aunque el
documento no cita nombres.
"Estados Unidos tiene razón al plantearlo... Es un tema
importante que tiene que ser resuelto", opinó Carstens. "La cuestión
es cómo avanzar de forma coordinada", añadió.
El texto del borrador enfatiza que "si no hay un ajuste y
realineamiento en las fuentes de la demanda mundial, el FMI (Fondo
Monetario Internacional) estima que el crecimiento global será
inaceptablemente bajo". EFE