Washington, 6 may (EFE).- El Senado de EE.UU. aprobó hoy una
enmienda que prohíbe el uso de fondos de los contribuyentes para más
rescates de instituciones bancarias, en el marco de un polémico
proyecto de ley para la reforma financiera.
La enmienda, propuesta por la senadora demócrata Barbara Boxer,
refleja el amplio apoyo bipartidista en el Congreso para evitar
rescates millonarios del sector financiero como el que el Gobierno
aprobó para grandes corporaciones como la aseguradora AIG, en plena
crisis en 2008.
La enmienda de Boxer, demócrata por California, es una de cerca
de 60 que han sido presentadas en el pleno del Senado, en medio de
continuas disputas partidistas sobre el alcance y contenido de la
reforma financiera.
Los senadores prevén someter a votación a lo largo de la jornada
de hoy otra enmienda que establece un proceso para la "liquidación
ordenada" de instituciones financieras que afrontan problemas y que
podrían suponer un peligro para el resto de la economía.
Los senadores de ambos partidos continúan intentando acercar
posiciones respecto a otros puntos de discordia, como la creación de
una agencia de protección para los consumidores que operaría dentro
de la Reserva Federal y que cuenta con el apoyo de la Casa Blanca.
En general, los republicanos se quejan de que esa propuesta
supone otra "injerencia" del Gobierno y quieren limitar la autoridad
de esa agencia.
Pero en un comunicado, el presidente Barack Obama instó hoy a los
legisladores a rechazar una propuesta republicana que, a su juicio,
debilitaría la protección al consumidor en el terreno financiero y
sería "peor que el statu quo".
"No permitiré que enmiendas como ésta, escritas por los
representantes de Wall Street, se presenten con la apariencia de ser
una reforma", dijo el presidente.
Ambos partidos también mantienen diferencias sobre las formas de
regular el mercado de derivados que, según los demócratas,
contribuyeron a la crisis financiera.
La senadora demócrata Blanche Lincoln, presidenta del Comité de
Agricultura, ha propuesto obligar a los bancos a separarse de sus
operaciones con derivados, que llevarían a cabo filiales.
Según su propuesta, los mercados de derivados serían sujetos a
requisitos de transparencia y obligados a mantener reservas de
capital, como la banca tradicional.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha
dicho que quiere completar el debate y votación de las enmiendas a
más tardar la próxima semana.
Según observadores, no está claro que Reid logre esa meta,
tomando en cuenta la lentitud del debate en el pleno del Senado y la
acritud en torno a varios de los componentes de la reforma. EFE