Barcelona, 15 sep (EFE).- El fabricante japonés de productos
electrónicos Sharp ha presentado un ERE temporal de seis meses, con
suspensión de un máximo de 165 días, que afectará a 490 de los 536
trabajadores de la fabrica que la multinacional tiene en Sant Cugat
del Vallès (Barcelona), dedicada a la electrónica de consumo.
Miembros del comité de empresa de Sharp han advertido que la baja
actividad de la planta "se arrastra desde hace meses", cosa que han
atribuido al traslado de la producción a la nueva fábrica que la
compañía tiene en Polonia.
En este aspecto, portavoces de USOC han apuntado que la empresa
aseguró que la fábrica de Polonia sólo se encargaría de la
producción de paneles para las pantallas, aunque, según las mismas
fuentes, en la actualidad está produciendo "televisores enteros" y
también los nuevos modelos de iluminación por LED, por lo que han
asegurado que se trata de una "deslocalización".
Sharp anunció el pasado 21 de julio que la planta de Sant Cugat
del Vallès empezaría a producir un nuevo modelo de televisores a
partir de octubre, lo que mostraba su "compromiso de continuidad" en
España.
En este sentido, miembros del comité de empresa han asegurado que
este nuevo modelo sólo dará trabajo a un tercio de los 536
empleados, puesto que está previsto que haya una demanda de
fabricación de 900 televisores diarios, mientras que "antes era de
3.000".
A partir de hoy, se aplicará un permiso retribuido a los
empleados, de modo que no irán a trabajar pero tendrán garantizado
el sueldo, hasta que haya una resolución de Trabajo.
Los sindicatos han pedido a la empresa un plan industrial que
garantice la continuidad de los trabajadores en el futuro y han
advertido que en los próximos días se movilizarán para protestar en
contra del ERE.
La planta de Sharp en Sant Cugat del Vallés es una de las pocas
plantas dedicadas a la electrónica de consumo en España, junto a la
de Sony en Viladecavalls (Barcelona).
El pasado febrero, Sharp despidió a 1.500 empleados de Japón,
después de registrar sus primeras pérdidas desde 1953, y cerró dos
fábricas de pantallas LCD en Japón y algunas líneas de producción,
además de recortar los salarios de sus ejecutivos entre un 30 y un
50 por ciento. EFE