Santiago de Chile, 14 jul (EFE).- La planta siderúrgica de
Huachipato, de la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), reanudó hoy
sus operaciones tras cuatro meses y medio de paralización por el
terremoto del pasado 27 de febrero, que devastó sus instalaciones en
la localidad chilena de Talcahuano.
Dicha paralización, informó la compañía, supondrá una caída del
20% en la producción estimada para 2010.
"Estos hornos que se vuelven a encender son el símbolo de que
nuestro país está poniéndose de pie, volviendo a producir, generando
empleo y distribuyendo riqueza", declaró el ministro de Economía,
Juan Andrés Fontaine, quien asistió al reinicio de las operaciones.
Este parón se traducirá en un descenso del 20% de la producción
de acero que se había proyectado para este año, según cálculos
hechos por el gerente general de la filial siderúrgica del grupo,
Iván Flores, en el boletín de la Sociedad Minera Nacional (Sonami).
La empresa produjo en 2008 un total de 1,160 millones de
toneladas de acero, cifra que se redujo un 17% en 2009 y que se
calcula que volverá a caer un 20% respecto a la producción de 1,055
millones de toneladas que se había estimado para este año.
La producción de acero es, junto a la de hierro, uno de los dos
brazos clave de la compañía.
Las instalaciones de la compañía en Talcahuano se vieron
seriamente dañadas a raíz del terremoto y posterior tsunami que
arrasó el 27 de febrero esa localidad costera, a 500 kilómetros al
sur de Santiago, y cercana al epicentro del devastador sismo de 8,8
grados Richter.
No obstante, esta paralización no se vio reflejada en los
resultados de la empresa durante el primer trimestre de 2010, cuando
obtuvo beneficios por 21 millones de dólares, un 115 por ciento más
que en el mismo periodo del año anterior.
En tanto, la región del Biobío, a la que pertenece Talcahuano y
que fue una de las más afectadas por el terremoto, registró entre
2006 y 2010 un incremento del 21 por ciento en el nivel de pobreza,
de acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica
Nacional (Casen), conocida ayer.
"El hecho de que se pongan en pie las empresas grandes ayuda a
los pequeños y medianos empresarios, que son proveedores de éstas, a
reactivarse también. Hay toda una cadena productiva que se pone en
movimiento", concluyó el titular de Economía. EFE