La Paz, 24 jun (EFE).- La estatal Empresa Siderúrgica Mutún (ESM)
de Bolivia denunció que la firma india Jindal Steel & Power intentó
sobornar a su presidente, Sergio Alandia, para asegurar su
permanencia en el país, publica hoy la prensa local.
Según el diario La Razón, Alandia aseguró que funcionarios de
Jindal le ofrecieron dinero en dos ocasiones luego de la
controversia que tuvo el Gobierno de Evo Morales con esa firma sobre
sus inversiones en el proyecto minero del Mutún, que se desarrolla
en la región oriental de Santa Cruz, en la frontera con Brasil.
Según Alandia, la primera vez le dijeron "que había hecho grandes
contribuciones al proyecto y que era bueno que eso se plasme" y en
la segunda ocasión, le preguntaron cuánto costaría su "colaboración"
para que la empresa permanezca en Bolivia.
Alandia no reveló a los medios los nombres de las personas que
hicieron los ofrecimientos, pero señaló que ambos hechos fueron
inscritos en las actas de reuniones del directorio de la ESM.
En declaraciones al diario La Razón, el gerente de Asuntos
Legales de Jindal, Jorge Gallardo, negó las acusaciones de Alandia y
anticipó que la empresa tomará "las medidas legales que
correspondan" sobre el asunto.
Bolivia y Jindal firmaron en 2007 un contrato para la explotación
del 50 por ciento del Mutún, que tiene reservas de 40.000 millones
de toneladas de minerales, principalmente hierro y manganeso.
La firma india se había comprometido a invertir 600 millones en
la primera fase del proyecto (2008-2010), pero hasta el primer
trimestre de este año sólo había aportado 12 millones.
Por este retraso, el Gobierno de Morales impuso en abril pasado a
Jindal una multa de 18 millones de dólares, algo sin precedentes en
la relación del país con inversores extranjeros.
La empresa justificó que sus inversiones en el Mutún han sido
limitadas por el retraso del Ejecutivo en la entrega de las tierras
necesarias para operar. EFE