Paula Gil
San Francisco (EEUU), 5 ago (EFE).- Medio mundo está de
vacaciones y el otro medio acaba de regresar, pero millones de
empleados estadounidenses prescindirán este año del merecido
descanso por miedo a perder su puesto de trabajo.
Según una reciente encuesta de la web de búsqueda de empleo
CareerBuilder.com, un 35 por ciento de los trabajadores de EEUU no
tomará vacaciones este año debido a la falta de medios económicos o
por temor a que su puesto de trabajo no esté ahí a la vuelta del
verano.
Y entre los que sí aprovecharan sus días libres no todos
desconectarán por completo del trabajo.
Un 28 por ciento de los encuestados contestó que planea contactar
con la oficina al menos una vez durante sus vacaciones,
independientemente de sí están trabajando en un proyecto de
importancia o no.
Con una tasa de desempleo que ya alcanza el 9,5 por ciento y
pocos signos de que el paro se reduzca a corto plazo, el miedo a la
pérdida del empleo es cada vez más frecuente entre los trabajadores
de EEUU, donde la flexibilidad del mercado laboral facilita además
el despido.
"La actual situación económica está provocando en los
trabajadores ansiedad sobre las vacaciones, pero un descanso del
trabajo es esencial para mantener un nivel sano de productividad en
la oficina", dijo Rosemary Haefner, vicepresidenta de recursos
humanos de CareerBuilder.com
"Gastar los días libres es ahora incluso más importante debido a
la responsabilidad y presión añadida sobre muchos empleados por la
recesión", señaló, y destacó que ya un 15 por ciento de los
estadounidenses no tomó todas sus vacaciones el pasado año.
Precisamente, otro estudio de ComPsych Corp., una consultora
especializada en temas laborales, concluyó que un 10 por ciento de
los encuestados está trabajando más horas o no puede coger
vacaciones porque falta personal en sus empresas.
En un 20 por ciento de los casos, esta situación acaba generando
tensiones y conflictos entre los compañeros, destacó ComPsych Corp.
La difícil situación económica ha provocado que muchos de los que
sí han aprovechado sus vacaciones este año las estén pasando en casa
o, como mucho, en algún lugar cercano, en lugar de hacer largos
viajes como en el pasado.
Esta práctica -que no es nueva pero sí muy popular este verano-
cuenta incluso con un término propio en inglés -"staycation", una
fusión entre "stay" y "vacation"- que a comienzos de este mes fue
incluido por primera vez en la última edición del diccionario
Merriam-Webster's.
Uno de los principales problemas para muchos empleados es que las
vacaciones pagadas no son obligatorias en EEUU, una práctica contra
la que diversas organizaciones están luchando.
El Congreso tiene pendiente una propuesta de ley para garantizar
los días de asueto remunerados, pero entre la recesión y la más
urgente reforma sanitaria, la legislación tiene pocas probabilidades
de salir adelante a corto plazo.
John de Graaf, coordinador nacional de "Take back your Time", una
organización que promueve la introducción de vacaciones pagadas
obligatorias en EEUU, opina que la ley no tiene "ninguna
posibilidad" de ser aprobada este año, pero espera que haya más
suerte en 2010.
"Sencillamente, hay muchas otras propuestas de ley sobre la mesa
que serán consideradas antes por el Congreso", dijo Graaf a Efe.
"Pero esperamos que se vote en 2010 y, con el suficiente debate
público, podría ser aprobada".
Graaf destacó que EEUU es junto a Birmania, Nepal y Guayana "el
único país en el que la ley no garantiza las vacaciones pagadas".
"La mitad de los estadounidenses sólo recibe una semana de
vacaciones pagadas al año y un 30 por ciento no tiene absolutamente
nada".
"Las vacaciones son esenciales para la salud y en parte esta es
la razón por la que los norteamericanos son mucho menos saludables
que los europeos pese a gastar el doble en sanidad", opinó. EFE