México, 11 oct (EFE).- El Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME) exigió hoy la derogación del decreto presidencial que disolvió
esta madrugada la empresa pública Luz y Fuerza del Centro (LyFC),
anunció una campaña de resistencia y pidió diálogo con el Gobierno.
El presidente Felipe Calderón emitió un decreto por el que
liquida por ineficiencia operativa y financiera a LyFC, que cuenta
con 66.000 trabajadores sindicalizados, al tiempo que las
instalaciones de la empresa fueron tomadas por cientos de policías
federales para garantizar el suministro de energía eléctrica.
La empresa da servicio a 6,2 millones de clientes en la capital
mexicana y algunos municipios de los estados centrales de Morelos,
Estado de México, Puebla e Hidalgo.
En una rueda de prensa Fernando Amezcua, portavoz del SME,
aseguró hoy que las tres demandas del sindicato son la derogación
del decreto, la salida de los policías federales de las
instalaciones de LyFC y la vuelta de los trabajadores a sus puestos,
además de la instalación de una mesa un diálogo con el Gobierno para
atender la problemática financiera y administrativa de la empresa.
También aseguró que se han hecho a un lado las divisiones
internas del sindicato, que abrieron la puerta al conflicto, y que
las dos corrientes sindicales se unirán para recuperar la empresa.
El conflicto se originó con las divisiones internas después de
que un grupo de trabajadores denunciara que en la elección del líder
del SME hubo irregularidades, como el abultamiento del padrón. Las
autoridades laborales rechazaron la semana pasada reconocer a Martín
Esparza como dirigente del sindicato.
Los sindicalistas preparan esta mañana una manifestación en la
capital para dirigirse al Ministerio del Interior y anunciaron que
es la primera de varias protestas callejeras y medidas de
resistencia.
Calderón decretó la liquidación al considerar que LyFC, la
segunda empresa pública eléctrica del país, presenta una "comprobada
ineficiencia operativa y financiera", tiene un pasivo laboral de
240.000 millones de pesos (18.000 millones de dólares), y sus costos
"casi duplican a sus ingresos por ventas".
En el decreto, el mandatario afirma que desde su creación LyFC
"no ha cesado de recibir transferencias presupuestarias cuantiosas,
las cuales lejos de disminuir se han incrementado en los últimos
años".
También aseguró que "los resultados reportados por Luz y Fuerza
del Centro son notablemente inferiores respecto de empresas u
organismos que prestan el mismo servicio a nivel internacional".
Afirma que los trabajadores de la empresa serán indemnizados
conforme a las leyes laborales y que se mantendrá el servicio de
suministro de energía eléctrica. EFE