Singapur, 5 abr (.).- El Parlamento de Singapur aprobó este martes una ley que restringe las operaciones en el extranjero con criptomonedas, en lo que supone un paso más por parte de la ciudad-Estado asiática para vigilar la especulación y las posibles actividades ilícitas mientras las integra en su sistema.
Se trata de una ley ómnibus sobre los servicios y mercados financieros aprobada hoy en la próspera isla, la cual requiere a todos los proveedores de servicios de monedas digitales ubicados en la ciudad-Estado, pero con negocios fuera, a obtener una licencia para ello.
Estos servicios de criptomonedas enfocados al extranjero disfrutaban hasta ahora de un vacío legal, pues tampoco eran objeto de regulaciones antiblanqueo de dinero o contra la financiación de actividades terroristas.
La Autoridad Monetaria de Singapur (MAS, el banco central isleño) ha emitido hasta la fecha cinco licencias de servicios de criptomonedas, de 180 solicitudes iniciales, reflejando las reticencias de la entidad financiera a conceder permisos.
Aunque Singapur ha asegurado que su objetivo no es prohibir la circulación de criptomonedas, con un entorno hasta ahora favorable a su uso, ha defendido su regulación para limitar la supuesta proclividad del dinero digital a la especulación y las actividades ilícitas.
El ministro de Comercio e Industria, Alvin Tan, anticipó que MAS también contempla la adopción de medidas para proteger a los consumidores, aunque advirtió de que las leyes no dan "plena protección" contra malas inversiones.
“La educación de los consumidores y su concienciación continúan siendo claves y son la principal defensa para que el público aprenda a discernir”, dijo en el Parlamento isleño.
El banco central emitió a comienzos de año una advertencia contra la publicidad de las criptomonedas por parte de sus proveedores, alegando que su comercialización es “altamente arriesgada y no apta para el público general”.
Por otro lado, MAS prohibió el pasado 15 de marzo su uso para facilitar pagos que puedan ser utilizados como forma de sortear las sanciones contra Rusia, como parte del paquete de medidas financieras de la ciudad-Estado asiática contra Moscú por la invasión de Ucrania.