Bruselas, 20 ene (EFE).- El ex ministro de Economía de España,
Pedro Solbes, apostó hoy por aumentar la coordinación de las
políticas económicas de la Unión Europea y por tener un sólo
representante en foros internacionales como el G-20.
"¿Aquellos países que defienden más gobierno económico están
dispuestos a ceder su capacidad de actuación nacional a favor de una
actuación comunitaria? Ese es el tema que nos tenemos que plantear.
Yo estoy a favor", dijo el ex comisario de Asuntos Económicos y
Monetarios.
Solbes hizo estas declaraciones en Bruselas, durante la
presentación del libro "El dilema de la democracia en la vecindad
europea", editado por el "think tank" Fundación para las Relaciones
Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), cuyo consejo preside
desde noviembre pasado.
Solbes consideró que la UE "está lejos de tener una posición que
garantice la defensa de la posición europea" y opinó que tener
varios representantes en foros internacionales como el G-20, con
voces distintas, resta representatividad al continente.
"Seguramente, si hubiera un sólo europeo en el G-20 tendríamos
mucha más capacidad de representación", explicó el ex ministro
socialista, que declinó contestar a ninguna pregunta relacionada con
la política española.
Sobre el debate relacionado con la posibilidad de introducir
sanciones u otras herramientas que obliguen a cumplir los objetivos
económicos de los Veintisiete, más allá de los relacionados con el
pacto de estabilidad contra el déficit excesivo, Solbes fue
escéptico.
El antiguo comisario afirmó que la Unión Europea "siempre" ha
establecido instrumentos para hacer cumplir los compromisos y
recordó que la agenda de reformas económicas de la década, conocida
como Estrategia de Lisboa, ya "incorporaba una evaluación anual y la
posibilidad de hacer recomendaciones".
"Por tanto, esas ideas existen. El problema es si se refuerzan,
si se aplican o si se quieren aplicar", lanzó Solbes.
"Si analizamos un poco la historia, recordamos que la única
recomendación que se ha aplicado sobre la base de las grandes
orientaciones fue en Irlanda y no tuvo un gran éxito", aseveró
Solbes.
El ex comisario se refería a lo ocurrido en febrero de 2001,
cuando los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea
aplicaron por primera vez el artículo 99.4 del Tratado de Amsterdam,
para pedir una rectificación a Irlanda por contradecir las
orientaciones macroeconómicas de la UE.
Meses más tarde, los ministros echaron marcha atrás, arguyendo
que Dublín había controlado el gasto y que la coyuntura económica
mundial había contribuido a reducir las tensiones inflacionistas en
el país.
Solbes también se refirió al proceso por déficit excesivo contra
"tres países grandes", Francia, Italia y Alemania, que "llevó a un
debate entre el Consejo y la Comisión que terminó en el Tribunal de
Justicia, permitiéndonos una modificación del pacto para hacerlo más
flexible".
Preguntado por la situación económica de los Veintisiete, Solbes
estuvo de acuerdo con el actual comisario de Asuntos Económicos y
Monetarios, Joaquín Almunia, en que hay signos positivos en el
horizonte pero que la recuperación es todavía frágil.
Como antiguo comisario de esa cartera y, por tanto, responsable
de Eurostat, Solbes opinó sobre la propuesta de Almunia de
incrementar el poder de la oficina de estadística comunitaria para
auditar los datos llegados de los estados miembros.
"Lo que no podemos pedirle es que prácticamente duplique los
organismos nacionales, ya no de control sino incluso de gestión. Por
lo tanto, lo que hay que hacer es que los estados miembros tomen
compromisos claros de que la estadística se haga bien", dijo.
Por último, el ex comisario se refirió a los planes de Grecia de
reducir su déficit público, situado en el 12,7% en 2009, hasta el
8,7% en 2010 y hasta el 2,8% en 2012.
"Habrá que verlo, no lo sé. Pero una rebaja tan sustancial del
déficit en un periodo corto tiempo, sea el caso de Grecia o de
cualquier otro país, exige esfuerzos políticos -bien de reducción de
gastos o de incremento de ingresos- mayores".
Ahora bien, Grecia "tiene que resolver la situación por sus
propios medios, porque no tiene margen para salir de la unión
monetaria ni para optar a un rescate por parte del resto de Europa",
zanjó Solbes. EFE