París, 22 ene (EFE).- Standard & Poor's (S&P) prevé una débil
recuperación de la economía europea tanto este año como la primera
mitad de 2011, y España se sitúa en cola de los grandes países,
debido a un consumo que no va a despegar y a la persistencia de
tensiones en las condiciones de crédito.
"Los que esperan un rápido restablecimiento del ritmo de
crecimiento en Europa tendrán que ser pacientes", subraya S&P en un
informe hecho público hoy, en el que calcula que en la zona euro,
tras una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 4% en 2009, el
ascenso se limitará al 1,2% este año y al 2% en 2010.
La situación será similar en el Reino Unido, con un incremento
del PIB del 1% este ejercicio y un 2% el próximo, tras el descenso
del 4,7% en 2009.
Las peores perspectivas, entre las cinco mayores economías de la
Unión Europea, son para España que, después de que la recesión le
haya restado el 3,6% su PIB el pasado año, volverá a perder un 0,6%
en 2010 (será el único con números rojos de este grupo) y sólo
recuperará el 0,8% en 2011 (el menor crecimiento de los cinco).
La agencia de calificación augura un agravamiento este año del
desempleo en toda la UE, con una tasa de desempleo que subirá al
10,7%, tras el 9,6% en 2009, antes de descender al 10% en 2011.
España destaca todavía más en este área, con un nivel de
desempleo que debería aumentar del 19% en 2009 al 21% este
ejercicio, antes de volver al 19% en 2011.
Las razones de la fragilidad europea, según S&P, hay que
buscarlas en primer lugar en la evolución del consumo, que durante
2009 bajó el 1% pese a los incentivos para la compra de vehículos,
que como van a terminare van a conducir a un estancamiento tanto en
la zona euro como en el Reino Unido en 2010, y a modestas alzas en
2011 del 1% y del 1,2%, respectivamente.
El otro punto negro son los créditos a los particulares y a las
empresas, debido a que los bancos van a seguir reconstituyendo sus
balances.
En el extremo opuesto, el elemento más alentador es el repunte
del comercio internacional, con un despegue del 7% previsto para
este año, después del hundimiento del 12,7% en 2009.
También son positivos los movimientos de reducción de existencias
de las empresas y los "signos de estabilización" en el mercado
inmobiliario en el Reino Unido, Francia y Holanda, pero no en
España, donde "la oferta supera a la demanda".
"El ritmo de caída del precio en España se ha estabilizado en los
últimos meses en torno al -6% y las aprobaciones de créditos han
empezado a crecer", constata S&P, que en todo caso augura "un
prolongado periodo de ajuste de precios". EFE