Santiago de Chile, 18 feb (EFE).- La posible subida del impuesto
a los combustibles en Chile centra el debate estos días en el
próximo Gobierno del derechista Sebastián Piñera y los partidos que
lo apoyan, que sopesan la conveniencia de alargar o no la ley en la
que hace dos años se programó el aumento.
La polémica comenzó cuando el próximo ministro de Economía, Juan
Andrés Fontaine, adelantó el pasado martes que no se tomará ninguna
medida para prolongar la actual rebaja en el precio de los
combustibles y anunció un plan económico para paliar los efectos de
su subida.
"El costo fiscal de esta medida es importante, y por eso está
contemplado en el presupuesto de este año que (el impuesto) vuelva a
su nivel previo. Tiene un impacto desfavorable (...), pero se va a
amortiguar con otras medidas que estamos considerando", explicó.
El aumento estaba previsto en una ley que hace dos años rebajó el
impuesto a los combustibles para paliar la crisis económica.
La norma, impulsada durante el Gobierno de la socialista Michelle
Bachelet, establece que este impuesto específico debe volver a subir
el próximo 25 de marzo, lo que tendrá un impacto de unos 50 pesos
por litro (0,10 dólares).
En cambio, el futuro ministro de Hacienda, Felipe Larraín,
aseguró ayer que el próximo Gobierno, que asumirá el poder solo dos
semanas antes, el 11 de marzo, aún no ha tomado ninguna decisión al
respecto.
"La definición final con respecto al tema del impuesto a los
combustibles la vamos a tomar una vez que entre el nuevo Gobierno y
podamos analizar en detalle la situación de las finanzas públicas",
señaló Larraín.
En tanto, la futura portavoz del Gobierno de Piñera, Ena Von
Baer, defendió hoy, en declaraciones a Canal 13, que "aquí no hay
contradicción entre los ministros".
"La ley para bajar y subir el impuesto es una ley zanjada por los
Gobiernos de la Concertación", recalcó.
Pero los reparos ante una posible subida del impuesto a los
combustibles llegaron sobre todo por parte de los partidos que
sustentan el futuro Gobierno de Piñera.
El portavoz de los diputados de Renovación Nacional, Joaquín
Godoy (RN), expresó ayer su preocupación ante el posible incremento,
y su compañero de partido, el senador Carlos Kuschel, se declaró
"partidario de mantener bajo el impuesto".
En la misma línea se expresó el senador de la Unión Demócrata
Independiente (UDI) Víctor Pérez.
"Nos gustaría que la rebaja se mantuviera en el tiempo. Por eso
comenzamos a conversar con los ministros económicos de Piñera",
señaló.
En tanto, el diputado de la UDI Claudio Alvarado consideró hoy,
en declaraciones a ADN Radio, que entre el 11 de marzo, cuando
asumirá Piñera, y el 25 de ese mes, cuando se restituye el impuesto,
existe tiempo para revisar la situación.
"Hay un sistema de tratamiento legislativo que se conoce como la
discusión inmediata, en la cual el Parlamento tiene tres días para
despachar (aprobar)", explicó Alvarado, que forma parte de la
Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
"Aquí lo que hay que verificar es si efectivamente existen las
holguras del presupuesto de la nación para mantener esta rebaja
tributaria y si es así, yo no conozco a ningún parlamentario que se
oponga a una medida de esas características", subrayó.
También el diputado socialista Marcelo Díaz estimó que "la actual
tasa impositiva es suficiente, pues permite recaudación tributaria
acorde con las necesidades del país y a la vez beneficiar a los
sectores de clase media que utilizan sus vehículos como sistema de
trabajo".
En representación de estos sectores, Juan Araya, presidente de la
Confederación de Dueños de Camiones y de la Confederación de la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa, pidió que el impuesto permanezca
en el mismo nivel porque a su juicio la crisis no ha terminado. EFE