Santiago de Chile, 25 jun (EFE).- Al menos 20 personas de la localidad de Coronel, en el sur de Chile, se enterraron hoy en las cenizas que provienen de la termoeléctrica Bocamina II, y demandan a la generadora Endesa para que los indemnice por los graves daños ambientales que ha producido esta industria a su calidad de vida.
Según la policía, las personas se enterraron pasadas las 4.00 de la madrugada de este lunes (8.00 GMT), sin embargo tres de ellos debieron ser sacados de las cenizas y trasladados a un centro de salud con síntomas de hipotermia.
Los manifestantes dijeron a los periodistas que llegaron hasta el lugar, que sus demandas no han sido escuchadas ni por las autoridades ni por la empresa y advirtieron que la protesta la mantendrán hasta las últimas consecuencias.
Endesa, la principal generadora de este país, destacó en un comunicado que "Endesa Chile cuenta con todos los permisos legales y ambientales necesarios para operar el vertedero de cenizas. No existe ningún sumario que implique al área referida", precisó.
Añade que "el vertedero de cenizas cuenta con autorización sanitaria del Servicio de Salud desde 1999. Amparados en esta resolución, el vertedero actual puede recibir las cenizas de Bocamina II hasta que el proyecto de ampliación entre en funcionamiento normal".
Respecto de las personas que están enterradas, la generadora que es controlada por Endesa España a través del grupo Enersis, el brazo inversor de la eléctrica en América Latina, indicó que éstas se mantienen en el vertedero de forma ilegal y que interpondrá las denuncias que correspondan.
"Endesa Chile reafirma, ante las denuncias y manifestaciones realizadas por vecinos del complejo Bocamina, que la compañía mantiene su espíritu de diálogo con los vecinos de las poblaciones El Esfuerzo y La Colonia Alta -a unos 515 kilómetros al sur de Santiago-, como también con el sindicato de pescadores artesanales", concluyó. EFE