Natalia Kidd
Buenos Aires, 18 ene (EFE).- A pesar de haber sido víctima
durante años de las luchas internas de sus socios mayoritarios,
italianos y argentinos, y de estar en el "ojo del huracán" por su
enfrentamiento con el Gobierno, Telecom Argentina es un negocio
redondo en el mercado local.
El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, advirtió
hoy de que no descarta la posibilidad de "caducar" la licencia para
prestar servicios a la empresa, controlada por Telecom Italia.
El Gobierno argentino considera que la participación indirecta de
Telefónica de España en Telecom Italia ha provocado una situación de
monopolio en Argentina, donde ambas compañías de capital europeo
lideran el mercado de telecomunicaciones.
La comisión antimonopolios de Argentina ha dictado resoluciones
que obligan a los italianos a una desinversión en Telecom Argentina
antes del próximo 25 de agosto, medida que dejó en suspenso un
tribunal argentino, pero que será apelada por el Gobierno.
Las autoridades argentinas había abierto una investigación por
posible monopolio luego de que en 2007 Telefónica de España se
hiciera con un 46,1 por ciento de Telco, consorcio dueño del 22,5
por ciento de Telecom Italia, empresa que niega que esa
participación española incida en las operaciones de su filial
argentina.
La compañía italiana es dueña del 50 por ciento de Sofora, la
sociedad que controla el 67,79 por ciento de Nortel, dueña a su vez
del 54,74 por ciento de Telecom Argentina.
Otro 4,21 por ciento de la empresa argentina pertenece a sus
empleados, en tanto que el restante 41,05 por ciento se cotiza en
las bolsas de Buenos Aires, Nueva York y México.
Los W, que ingresaron en Sofora en 2003 y tienen el otro 50 por
ciento de la sociedad, mantienen una vieja disputa con sus socios
italianos por opciones de compra mutuas y por el ingreso de
Telefónica en Telecom Italia, operación que para los Werthein afecta
las operaciones en el mercado local.
Desde 1990, cuando se privatizó en Argentina la empresa de
telefonía estatal, Telecom Argentina, al igual que Telefónica, posee
licencias por un plazo indeterminado para proveer servicios de
telefonía fija y móvil, trasmisión de datos y acceso a internet,
entre otros.
Según los últimos estados contables presentados, la empresa
registró en los primeros nueves meses de 2009 una ganancia neta de
1.006 millones de pesos (262,6 millones de dólares), con un alza
interanual del 21 por ciento.
En ese periodo sus ventas netas se incrementaron un 14 por
ciento, hasta los 8.861 millones de pesos (2.313,5 millones de
dólares).
Con un patrimonio neto de 5.024 millones de pesos (1.311,7
millones de dólares) al 30 de septiembre pasado, Telecom Argentina
tiene 4,3 millones de líneas de telefonía fija, 14 millones de
clientes en Argentina y 1,8 millones en Paraguay en el segmento de
telefonía móvil, y 1,1 millones de abonados a internet.
En los primeros nueve meses de 2009 la compañía realizó
inversiones por 1.134 millones de pesos (296 millones de dólares) y
cerró su balance con una deuda financiera neta de 141 millones de
pesos (36,8 millones de dólares).
Desde que en agosto pasado el Gobierno argentino emitió su
primera resolución que obliga a Telecom Italia a vender su
participación mayoritaria en Telecom Argentina, han surgido varios
interesados.
Según la prensa local, entre los candidatos está el grupo
propiedad del empresario argentino de origen armenio Eduardo
Eurnekian, dueño de aeropuertos y presidido por el argentino Ernesto
Gutiérrez, ambos con buena relación con el Gobierno de Cristina
Fernández.
Otro interesado es el grupo argentino Cóndor, liderado por el
empresario Carlos Joost Newbery y que agrupa capitales aportados por
los fondos de inversión Asia Principal Capital, Brentwood
Investments y otros europeos.
Según la prensa, también presentaron ofertas el grupo Clarín, el
mayor conglomerado de medios del país, la empresa de transporte y
logística Román, el fondo de inversión Pegasus y la sociedad
panameña Genevieve. EFE