La Paz, 30 mar (EFE).- Los 300 trabajadores de una fábrica
boliviana de hilos que opera en el oriente del país están a punto de
ser despedidos por problemas financieros en esa firma, que necesita
dos millones de dólares para seguir su actividad, informó hoy una
fuente oficial.
Una fuente del Ministerio de Trabajo explicó a Efe que la empresa
Santa Mónica Cotton, la principal fábrica de hilos de la región
oriental de Santa Cruz, está en quiebra y requiere una inyección de
capital superior a los dos millones de dólares para comprar material
y continuar operando.
Los ejecutivos de la empresa solicitaron al Gobierno de Evo
Morales que les otorguen un crédito por este monto o que les
proporcionen el algodón requerido para sus operaciones.
Si la empresa no logra la financiación, se verá obligada a cerrar
y a despedir a sus 300 trabajadores, agregó la fuente.
El secretario general del sindicato de trabajadores de Santa
Mónica Cotton, Lorgio Alpire, dijo a Efe que los obreros de esa
firma están en "vacación colectiva" desde el pasado 24 de febrero,
si bien los empleados administrativos continúan trabajando.
Indicó que los ejecutivos les pidieron un plazo de dos meses para
solucionar los problemas financieros y reanudar las operaciones en
la fábrica.
"El 24 de marzo se cumplió un mes, no hemos llegado a los dos
meses que nos pidieron y amarga fue nuestra sorpresa cuando nos
dijeron que la empresa no daba más", señaló.
Los obreros tomaron el lunes la fábrica en protesta por su
eventual cierre, por lo que el Ejecutivo boliviano decidió mediar
para solucionar el conflicto.
La medida fue suspendida en la mañana de hoy tras una
negociación, fruto de la cual la empresa garantizó que respetará los
derechos laborales de los trabajadores en caso de tener que
despedirlos, en tanto que el Ejecutivo se comprometió a analizar
hasta este lunes 5 algunas opciones para resolver la situación. EFE