Tokio, 30 mar (EFE).- El gigante japonés del motor Toyota celebró
hoy la primera reunión de su Comité Especial para Calidad Global,
que establecerá nuevos controles sobre sus vehículos tras las
masivas llamadas a revisión en todo el mundo.
El comité, presidido por el número uno de Toyota, Akio Toyoda,
revisará "radicalmente" el sistema de diseño, producción y venta de
los coches y determinará nuevas medidas para reforzar la calidad,
informó el fabricante en un comunicado.
También analizará el origen de los accidentes con sus vehículos a
través de nuevos sistemas de recogida de datos, al tiempo que
instalará seis nuevas oficinas de tecnología en América del Norte,
siete en Europa y seis en China.
El grupo recordó además que todos los vehículos producidos a
partir de este año contarán con un sistema especial de frenado que
automáticamente reducirá la potencia del motor cuando los pedales
del freno y el acelerador sean presionados al mismo tiempo.
Durante el primer encuentro del recién creado organismo, que tuvo
lugar en la sede de Toyota Motor en Aichi (sur de Tokio), Toyoda
insistió hoy en la necesidad de controlar todos los procesos "desde
la perspectiva del consumidor" para "recuperar su confianza", según
Kyodo.
Al encuentro asistieron los responsables de los departamentos de
calidad de China, Europa y América del Norte, entre ellos Steve St.
Angelo, director de la división de diseño, desarrollo, investigación
y desarrollo y fabricación de vehículos de Toyota en Estados Unidos,
Canadá y México.
Las conclusiones del comité serán revisadas a su vez por un grupo
de expertos independientes, entre los que se encuentra el ex
secretario de Transporte de EEUU Rodney Slater.
Estados Unidos ha sido uno de los mercados más afectados por los
problemas en el pedal del acelerador de varios modelos de Toyota,
que obligaron a llamar a revisión a más de ocho millones de unidades
en todo el mundo desde el pasado septiembre, a lo que se sumaron
posibles defectos con el software del freno de los híbridos.
Toyota decidió crear el comité especial de calidad en medio de la
polvareda por los defectos en sus coches y una respuesta que se
criticó por tardía, y que provocó la mayor crisis de imagen en la
historia del fabricante nipón.
Tras las críticas, el primer fabricante mundial se ha volcado en
una campaña para limpiar su imagen, reforzar los controles sobre sus
vehículos y potenciar la comunicación con los usuarios.
De forma paralela a la primera reunión de su Comité de Calidad,
la compañía permitió por primera vez a los periodistas visitar su
planta de control de calidad en su sede de Aichi, al sur de Tokio, y
comprobar la respuesta de sus vehículos en condiciones extremas. EFE
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