Washington, 1 feb (EFE).- Toyota inició hoy, en una carrera
contrarreloj para salvar su imagen, una campaña de relaciones
públicas con el anuncio de que tiene una solución para el acelerador
defectuoso de varios de sus modelos y que la empezará a instalar
esta misma semana.
El presidente y consejero delegado de Toyota en Estados Unidos,
Jim Lentz, lideró hoy la campaña con su aparición en uno de los
programas matutinos de televisión de más audiencia del país,
"Today", de la cadena NBC, y con un vídeo distribuido a los
principales medios de comunicación.
"Hemos desarrollado un plan global para solucionar el pedal del
acelerador en los vehículos de Toyota llamados a revisión. Pero en
primer lugar, me quiero disculpar de forma sincera con los
propietarios de vehículos Toyota", dice Lentz en el inicio de su
intervención.
No obstante, según los analistas, el daño ya está hecho.
De acuerdo con Edmunds.com, que analiza las ventas del sector del
automóvil en Estados Unidos, las ventas de Toyota en enero, que
serán anunciadas mañana, caerán un 4,6 por ciento con respecto a
enero de 2009 y su cuota de mercado se situará en el 14,7 por
ciento, el nivel más bajo desde marzo de 2006.
Además, Edmunds.com dijo que Toyota será el único de los siete
principales fabricantes que sufrirá una caída de las ventas en
enero.
"Sabemos que las llamadas a revisión les han causado
preocupaciones. Lo siento realmente. Toyota siempre ha estado
orgullosa de producir vehículos de alta calidad y resistentes en los
que sus clientes pueden confiar. Y se que hemos defraudado", añadió
un compungido Lentz en su mensaje.
En "Today", el ejecutivo defendió su actuación y la de la empresa
nipona frente a las críticas de que había actuado con demasiada
lentitud e infravalorado la magnitud del problema.
Según el máximo directivo de Toyota en Norteamérica, los primeros
informes sobre los problemas con el pedal del acelerador en algunos
modelos llegaron a la compañía en octubre y, de forma inmediata, se
realizaron pruebas para comprobar cuál era el inconveniente.
Lentz dijo que no habría dejado que su familia o amigos
condujesen vehículos de Toyota "si hubiese sabido que no eran
seguros".
La inusitada presencia de Lentz en la televisión estadounidense y
la campaña de relaciones públicas lanzada por Toyota es una prueba
de que los aceleradores defectuosos se han convertido en un problema
de enormes dimensiones para el mayor fabricante de automóviles del
mundo, que siempre ha presumido de la calidad de sus productos.
El pasado 26 de enero, tras varias semanas de quejas de
consumidores y acusaciones en algunos medios de comunicación, Toyota
se vio obligada a anunciar la suspensión temporal de la venta de
ocho modelos, así como su producción a partir de hoy, por defectos
en el pedal de aceleración.
Los vehículos afectados por esta decisión son RAV4 (2009-2010),
Corolla (2009-2010), Matrix (2009-2010), Avalon (2005-2010), algunos
Camry (2007-2010), Highlander (2010), Tundra (2007-2010) y Sequoia
(2008-2010). Juntos constituyen el 65 por ciento de las ventas de
Toyota en Estados Unidos.
El anuncio, sin precedentes en la historia de la compañía
japonesa, era el segundo que la empresa realizaba en relación a
informes de que el acelerador de varios de sus modelos se quedaba
enganchado lo que provocaba la aceleración del automóvil cuando el
conductor levantaba el pie del pedal.
El 21 de enero, Toyota ya dijo que tendría que llamar a revisión
de 2,3 millones de unidades por ese problema. Y el 27 de enero
añadió 1,1 millones más.
En total, Toyota se ha visto obligado a llamar a revisión casi
5,4 millones de vehículos en Estados Unidos.
En los primeros casos, Toyota achacó el problema a que la
alfombrilla en el lado del conductor retenía el acelerador. Las
últimas llamadas a revisión se refieren a un defecto en el pedal que
hace que no se levante cuando no está siendo presionado por el pie.
Pero el defecto también ha afectado a modelos producidos por
General Motors, Peugeot y Citroen, con los que Toyota tiene acuerdos
de producción en Norteamérica y Europa. EFE
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