París, 15 jul (EFE).- Trabajadores de una fábrica del grupo
Nortel, en proceso de liquidación judicial en la localidad de
Châteaufort, al sur de París, amenazan con destruir las
instalaciones con una explosión para exigir negociaciones sobre sus
indemnizaciones, segundo caso que se produce en pocos días en
Francia.
Empleados de esta fábrica de Nortel, especializada en equipos de
mantenimiento de redes de telefonía, han anunciado que han colocado
en las instalaciones una decena de bombonas de gas conectadas y
listas para estallar y exigen negociaciones con la administración
judicial.
En el exterior de la planta, los huelguistas han colocado una
pancarta con un mensaje onomatopéyico evidente -"¡Boum!"- mientras
en el interior siguen ocupando los locales de la empresa cuya
actividad, que lleva paralizada una semana, es objeto de un plan
social que debe conducir a la supresión de 480 de los 683 puestos de
trabajo.
Los delegados sindicales, que se quejaron de que los
administradores judiciales que se encargan de la gestión desde que
la compañía se declaró en suspensión de pagos no les hacen caso,
indicaron que su principal reivindicación son "verdaderas
indemnizaciones" por despido.
Pese a las amenazas hechas públicas por las decenas de ocupantes
de la fábrica de Châteaufort, "Le Parisien" afirmó que las bombonas
de gas están vacías y no presentan ningún peligro, y por eso algunos
trabajadores no habían dudado en llevar ayer con ellos a sus hijos.
Más allá de la realidad del riesgo, el hecho es que el recurso a
este mecanismo de presión está siendo utilizado desde hace unos días
por los empleados del fabricante de piezas para el automóvil New
Fabris, declarada en quiebra el mes pasado.
Los de New Fabris amenazan con destruir con explosivos su fábrica
de Châtellerault si sus principales clientes, Renault y PSA Peugeot
Citroen, no los indemnizan con 30.000 euros a cada uno. EFE