La Paz, 8 oct (EFE).- Los trabajadores mejor remunerados de
Bolivia reciben 14 veces más ingresos que el grupo más pobre, una
diferencia distributiva que se ha mantenido en los últimos ocho
años, según un estudio del privado Centro de Estudios para el
Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
Este informe refleja además que Bolivia es uno de los países de
la región con mayores niveles de desigualdad en las retribuciones
laborales.
La investigadora del CEDLA Silvia Escóbar explicó hoy a Efe que
un análisis de esa entidad que comparó el reparto de los ingresos
entre 2001 y 2008 revela que la estructura de la distribución "no ha
cambiado", pues "el 20 por ciento más rico de los trabajadores
todavía se apropia del 58 por ciento de los ingresos laborales".
Llamó la atención sobre el hecho de que la desigualdad persiste
incluso a pesar del desempeño económico registrado en 2008,
calificado por el Gobierno de Evo Morales como un "año excepcional"
para la economía.
"Hemos encontrado que a lo largo de esta década, la distribución
funcional del ingreso ha sido muy regresiva, el capital se apropia
de una porción cada vez más grande del ingreso que se genera en la
producción, mientras los trabajadores van perdiendo", agregó
Escóbar.
Apuntó que estas cifras muestran que en el país está vigente la
"contención salarial", es decir que los aumentos salariales durante
el período de estudio no han sido significativos y que las bajas
remuneraciones aún son una estrategia para ganar competitividad.
Además, el sueldo de los trabajadores perdió su poder adquisitivo
debido a las elevadas tasas de inflación registradas en 2007 y a
pesar de la política gubernamental de incrementar cada año el
salario mínimo nacional.
El estudio del CEDLA apunta a la cualificación laboral como uno
de los factores determinantes en las diferencias salariales.
Pero esa desigualdad se acentúa aún más por la diferencia de
género, ya que los hombres reciben el 68 por ciento de los ingresos,
en tanto que las mujeres -sean o no trabajadoras calificadas- se
quedan con el otro 32 por ciento.
Los hombres representan el 56,5 de la población ocupada en
Bolivia y las mujeres el 43,5.
Según el CEDLA, el salario de una mujer supone como promedio un
60 por ciento de lo que gana un varón.
Otro factor que contribuye a ampliar la brecha es la
"flexibilidad laboral", pues los trabajadores eventuales o los
subcontratados perciben el 50 por ciento de los ingresos de un
empleado estable y que goza de beneficios sociales.
Escóbar sostuvo que entre 2001 y 2008, "no hubo una tendencia a
una mejora en la distribución de ingresos", lo que está dando lugar
"a que se mantengan altos niveles de pobreza".
Agregó que el desafío a corto plazo para reducir la brecha es
mejorar los niveles salariales y garantizar el cumplimiento de las
normas y derechos laborales.
En un largo plazo, según el CEDLA, el reto es mejorar la
productividad del país y tener un plan de desarrollo que permita
generar empleos de calidad, concluyó.
El salario mínimo en Bolivia está fijado en 647 pesos bolivianos
mensuales, el equivalente a 91,5 dólares. EFE