Caracas, 6 oct (EFE).- Trabajadores de las industrias estatales
del aluminio de Venezuela continuaron hoy protestando por el
incumplimiento de compromisos salariales, mientras las autoridades
les pidieron paciencia y confianza en que recibirán sus pagos.
La protesta tiene lugar a la sede de la Corporación Venezolana
de Guayana, en Ciudad Guayana, donde están asentadas las plantas de
aluminio.
Los trabajadores reclaman desde ayer que el Gobierno inyecte en
esas empresas los recursos necesarios para atender pagos atrasados y
modernizar las instalaciones.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció en agosto la
inversión de 250,4 millones de dólares para las industrias del
aluminio con el fin de sacarlas de la crisis.
Sin embargo, los representantes de los obreros indicaron que esos
recursos no han llegado.
César Aguilar, presidente de CVG Alcasa, una de las cinco
empresas del sector, agradeció hoy a los proveedores y trabajadores
la "cuota de sacrificio y paciencia" que han puesto y les pidió
confianza en que serán recuperadas.
Añadió que el plan consiste en sostener las operaciones en un
principio para luego "recuperar las plantas e incrementar la
producción".
Por su parte, el secretario general del sindicato de trabajadores
de Alcasa, José Gil, destacó que la respuesta del Gobierno a la
crisis no han sido los despidos sino la inversión.
El ministro de Minas, Rodolfo Sanz, explicó que una de las causas
de la crisis es que mientras el costo de producción de la tonelada
de aluminio se sitúa en Venezuela en torno a los 3.000 dólares, el
precio de mercado no llega a 1.000. EFE