Bruselas, 18 nov (EFE).- Los ministros de Pesca de la UE
negociarán el próximo viernes una normativa propuesta por Bruselas,
que obligará a los pescadores a cambiar sus redes y que España
rechaza, porque considera que el sector necesita más tiempo antes de
asumir su alto coste económico.
El Consejo de Agricultura y Pesca comunitario tratará de llegar a
un acuerdo sobre un proyecto de la Comisión Europea (CE) con
modificaciones para aumentar la amplitud de las mallas pesqueras e
incrementar las tallas mínimas del pescado.
El objetivo de la propuesta es reducir los "descartes", es decir
las capturas no deseadas de peces que caen en las redes y después
son arrojados al mar.
Sin embargo, el proyecto presentado por Bruselas y que han
criticado muchos países supondrá que el pescador tenga que dejar de
utilizar sus redes actuales y cambiarlas por otras, con el
consiguiente gasto.
España defenderá que la CE "flexibilice" su propuesta porque
considera que sale cara al sector, que necesita un período de
transición antes de acometer esos gastos y unas condiciones más
flexibles "o de lo contrario pasaría a la ilegalidad", según
informaron hoy fuentes diplomáticas.
La parte de la propuesta que afecta a España se refiere tanto a
los requisitos en caladeros como los ibéricos (mar Cantábrico,
costas de Galicia y Golfo de Cádiz), como los que afectan a los de
altura (aguas no españolas del Golfo de Vizcaya y Gran Sol).
En cuanto a las redes, España tiene problemas para aceptar las
exigencias en las artes de arrastre y en las de enmalle fijo (como
las volantas), ya que se habla de modificaciones de 50 ó 60
milímetros en algunos casos.
Asimismo, el Gobierno español critica algunas de las propuestas
relacionadas con los requisitos de tallas mínimas para desembarcos,
como por ejemplo la que Bruselas pretende imponer en la anchoa o
boquerón del Golfo de Cádiz, que subiría de los 10 centímetros
actuales a los 12 centímetros.
El proyecto también incluye exigencias sobre los porcentajes de
otras especies adicionales que puede capturar un pescador dedicado a
un recurso específico, como por ejemplo la merluza.
La propuesta está muy abierta, porque muchos países están en
contra, al igual que el sector pesquero y no está claro que el
Consejo de la UE llegue a un acuerdo el próximo viernes.
Para España sería necesario un plazo de varios años antes de que
se hicieran realidad los cambios, ya que en estos momentos de crisis
los pescadores deben adaptarse a otras normativas de la UE como el
"carné por puntos" ó el diario electrónico, según las fuentes
diplomáticas.
Suecia, que ejerce la presidencia de turno de la UE, pretende
llegar a un acuerdo en el Consejo, si bien hoy ha admitido que será
"difícil", según fuentes diplomáticas suecas, quienes han señalado
que otro problema es la falta de "margen de maniobra" de la
Comisión.
En este sentido, la presidencia ha dicho que en estos momentos la
CE está en funciones, por lo que Bruselas no tiene poder para
proponer modificaciones grandes con el objetivo de lograr un
compromiso.
Sin embargo, otras fuentes comunitarias han señalado que Suecia
tiene interés en lograr una decisión y está utilizando para
"presionar" a los países el argumento de que a partir de diciembre
el Parlamento Europeo tendrá poder de decisión en pesca, con lo que
la aprobación de la normativa se atrasaría.
Otros estados como Francia han señalado que para ellos es una
prioridad conseguir esa demora.EFE