Londres, 28 dic (EFE).- El consejero delegado de General Motors
(GM) Europa, Nick Reily, dueño de las firmas automovilísticas Opel y
Vauxhall, cree que esas dos compañías podrían empezar a generar
beneficios "decentes" en 2012.
En una entrevista que publica hoy el "Finacial Times" (FT),
Reilley admite que "2010 va a seguir siendo un año difícil debido a
(la situación del) mercado" y adelanta que en 2011 la empresa podría
alcanzar un punto en el que "ni gane ni pierda".
"Entonces en 2012, a medida que el mercado se recupere, podemos
comenzar a ganar algún dinero decente", subraya el máximo
responsable de GM Europa.
A fin de lograr rentabilidad, Reilly reconoce la necesidad de una
reestructuración que no tiene por qué ser "brutal", si bien "algunas
decisiones serán duras y afectarán a gente".
En su opinión, la reorganización de Opel/Vauxhall no debe
centrarse sólo en "la reducción de costes", sino también en
"mantener una inversión sustancial en el producto".
Esas inversiones -precisó- se tuvieron que "retrasar un poco el
pasado año por los problemas de nuestra matriz en Estados Unidos".
Con todo, Reilly remarcó que "el 80 por ciento de nuestros
productos será nuevos dentro de tres años".
El consejero delgado recalca también que "la principal prioridad
pasa por "ser fuertes de nuevo en Europa", aunque ya existe "una
estrategia para Rusia" y no se descartan otros mercados como Rusia,
Sudamérica u Oriente Próximo.
Además, el directivo adelanta que podría haber "alguna
cooperación con otros fabricantes" en el ámbito tecnológico, pero el
grupo no se plantea una "gran alianza".
Preguntado por una predicción de ventas para 2010, Reilly indica
que en Europa occidental podrían matricularse 13,5 millones de
automóviles, un millón de unidades menos que en 2009.
El pasado mes, Nick Reilly reiteró que Opel/Vauxhall deberá
reducir su capacidad de producción un 20 por ciento y suprimir unos
9.000 puestos de trabajo para mantenerse en un mercado golpeado por
la crisis y altamente competitivo. EFE