Viena, 4 mar (EFE).- La actual crisis económica en Grecia puede
repercutir en una demora de la ampliación de la eurozona a otros
países comunitarios, advierte el Instituto vienés de Estudios
Económicos Internacionales (wiiw) en un estudio divulgado hoy.
La crisis generada por la delicada situación macroeconómica de
Grecia puede desbaratar los planes de países candidatos que habían
basado su estrategia económica a medio de plazo en adoptar el euro
cuanto antes, apunta el informe.
En este contexto, el prestigioso instituto también amonesta sobre
un resurgimiento de los flujos de capital transfronterizos en la
región de Europa central, oriental y sudoriental, que "ejercerían
una fuerte presión en la apreciación de los tipos de cambio".
Hasta la reciente crisis económica, esa región había gozado de un
prolongado período de crecimiento basado en un alto nivel de
liberalización del comercio, del movimiento de capitales, así como
en la integración de los mercados financieros, además del ingreso en
la Unión Europea (UE) o las perspectivas de hacerlo pronto.
Ahora, con la crisis que atraviesa la zona, la UE puede
desempeñar un papel importante en ayudar a estas economías a
ajustarse a la nueva situación y permitirles que vuelvan lo antes
posible al sendero del crecimiento sostenible para alcanzar el nivel
de otras naciones más prósperas.
A juicio de los expertos del wiiw, la recesión que han vivido los
países de Europa central, oriental y sudoriental en 2009 "ha sido
profunda".
El descenso medio del 3,6% de PIB, relativamente moderado,
registrado por los nuevos miembros de la UE refleja sólo el elevado
peso que tiene Polonia en el grupo, el único país comunitario que
tuvo en 2009 un crecimiento positivo del PIB, afirma el informe.
Sin embargo, el instituto asevera que la mayoría de esos países
ya habían superado lo peor de la crisis a finales de 2009 y que
diversos indicadores apuntaban a una modesta recuperación, una
tendencia encabezada de nuevo por Polonia, mientras que el índice de
expansión en la República Checa, Eslovaquia y Eslovenia es magro.
Hungría, Rumanía y Bulgaria quedarán estancados en 2010, mientras
que los estados bálticos registrarán aún un crecimiento negativo, al
igual que Croacia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro, pero Rusia,
Ucrania y Kazajistán se recuperarán con más fuerza.
El estudio pronostica que la economía de todos los países de la
región volverá a crecer en 2011 y que este crecimiento se acelerará
ligeramente en 2012, aunque su nivel será inferior al del alcanzado
antes de la crisis.
Por otra parte, previene de que la principal condición para que
se invierta la tendencia es que se recupere el mercado en el
comercio global, incluido un aumento de la demanda de las
importaciones en la región.
Según el wiiw, no es probable que el consumo privado aumente de
manera muy pronunciada mientras no crezca el empleo y las
inversiones tampoco actuarán como un fuerte motor de crecimiento.
De hecho, el desempleo continuará creciendo, alcanzando la
cúspide en 2010, antes de empezar a caer lentamente para colocarse a
los niveles anteriores a la crisis. Serán de nuevo el grupo más
vulnerable los trabajadores afectados por la crisis los menos
especializados, vaticina el instituto con sede en Viena. EFE