Washington, 28 sep (EFE).- Los días del dólar como divisa de
reserva mundial están contados después de la crisis financiera del
2008, afirmó hoy el presidente del Banco Mundial (BM), Robert
Zoellick, quien también dijo que hay un nuevo orden económico
internacional.
Según dijo el máximo responsable del Banco Mundial en un discurso
pronunciado en la Universidad Johns Hopkins de Washington, tras la
crisis, las mayores economías emergentes del mundo tendrán una mayor
influencia económica mundial.
"La actual suposición es que la economía posterior a la crisis
reflejará la creciente influencia de China, probablemente India y de
otras grandes economías emergentes. Supuestamente, los Estados
Unidos, el epicentro de la crisis financiera, verá reducido su poder
económico e influencia" dijo Zoellick.
Pero Zoellick, también advirtió de que aunque China ha actuado
como una fuerza estabilizadora de la economía mundial, "todavía
encara grandes incertidumbres en el 2010" y que EE.UU. tiene "una
cultura de capacidad de recuperación".
"El futuro de los Estados Unidos dependerá de cómo y si
responderá a los grandes déficit, se recuperará sin una inflación
que podría socavar su crédito y su moneda y revisará su sistema
financiero mientras añade seguridad y solidez", explicó.
Con respecto a Europa, Zoellick destacó que las "buenas noticias"
de la crisis para la Unión Europea (UE) es que a pesar de las
presiones "esta vez, Europa no se dividió" y que los países europeos
"han reconocido su interdependencia".
El presidente del Banco Mundial también advirtió de que la UE
"debe encarar aún inseguridades" como su vulnerabilidad energética,
la inestabilidad de los Balcanes, la relación con Turquía y la
integración de los inmigrantes.
En el sureste asiático, la crisis "puede también haber recibido
un impulso" a la región, que se sitúa entre dos poderes al alza,
India y China.
"ASEAN (la organización de países del sureste asiático) parece
haber reconocido el momento y ha tomado acciones para profundizar su
integración", dijo Zoellick.
Pero el jefe del BM reservó una de sus más graves advertencias al
papel futuro que jugará el dólar estadounidense en el sistema
financiero mundial al señalar que la moneda puede dejar de ser la
divisa predominante en los próximos años.
"Estados Unidos se equivocaría si creyera garantizado para el
dólar el papel de divisa predominante del mundo. Al mirar hacia
adelante, cada vez más habrá otras opciones diferentes al dólar".
"Por supuesto, el dólar estadounidense es y seguirá siendo una de
las principales divisas. Pero el futuro del dólar dependerá mucho en
las elecciones de EE.UU.", añadió en referencia a las medidas que se
tomarán sobre la deuda, inflación y renovación del sistema
financiero.
Las alternativas apuntadas por Zoellick son el euro ("hay muchas
razones para creer que la aceptabilidad del euro podría aumentar") y
la moneda china.
"China se está moviendo hacia una gradual internacionalización de
su moneda. China está haciendo más fácil que sus socios comerciales
utilicen el renminbi (o yuan)" dijo Zoellick.
El presidente del BM también se refirió al sistema global de
comercio y dijo de forma categórica que no está a la altura de las
demandas de la economía global.
"El sistema Bretton Woods fue creado por 44 países en un momento
en que el poder estaba concentrado en un pequeño número de Estados",
dijo Zoellick, quien añadió que "ese mundo hace tiempo que ha
pasado. Las nuevas realidades de economía política exigen un sistema
diferente".
"Como se acordó en Pittsburgh la semana pasada, el G-20 debería
convertirse en el principal foro para la cooperación económica
internacional entre los países industrializados y los poderes
emergentes. Pero no puede ser un comité independiente. Ni puede
ignorar las voces de los más de 160 países que están fuera", añadió
Zoellick.
Uno de los efectos de la grave crisis financiera ha sido el
fortalecimiento de la importancia de los países en desarrollo y
Zoellick dijo que su creciente participación en la economía mundial
era un desarrollo positivo.
"Un modelo de crecimiento más equilibrado y global se
beneficiaría de múltiples polos de crecimiento. Con inversiones en
infraestructura, individuos y empresas privadas, los países en
Latinoamérica, Asia y el Oriente Medio podrían contribuir a un
'Nuevo Normal' de la economía mundial", explicó. EFE