Estambul, 6 oct (EFE).- El presidente del Banco Mundial (BM),
Robert Zoellick, dijo hoy que el organismo persigue un programa
ambicioso de reforma para reforzar la eficacia y legitimidad de la
institución entre los países en desarrollo a los que sirve.
En la apertura de la Asamblea Anual del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Estambul, Zoellick afirmó
que las reformas se concentrarán en mejorar las políticas de
desarrollo, e impulsar el buen gobierno y la eficiencia en el manejo
de los gastos dentro del Banco.
"El mundo necesita instituciones ágiles, hábiles, competentes y
responsables", dijo Zoellick según el texto de su discurso ante los
representantes de los 186 socios de la organización.
"El Banco Mundial mejorará su legitimidad, eficiencia y
responsabilidad y ampliará aún más su cooperación con Naciones
Unidas, el FMI, los otros bancos multilaterales de desarrollo, los
donantes, la sociedad civil y las fundaciones que se han convertido
en actores cada vez más importantes del desarrollo", explicó.
El responsable del BM destacó que el mundo es muy distinto hoy a
como era en 1944 cuando se creó el organismo y cuando los países
emergentes de la actualidad eran en su mayoría colonias.
Indicó que el siglo XXI exige un nuevo protagonismo para los
países emergentes, que se han convertido, además, en una fuente de
crecimiento que podría ayudar a crear una economía mundial más
equilibrada.
"Si los países en desarrollo son parte de la solución deben de
ser también parte de la conversación", afirmó Zoellick.
Añadió que el sistema internacional necesita un BM que represente
"las realidades económicas del siglo XXI", que reconozca el papel y
responsabilidad de aquellos miembros con un protagonismo creciente
en la escena internacional y que dé más voz a África.
El Banco Mundial se ha comprometido a aumentar en al menos un
tres por ciento el peso de los países en desarrollo en la
institución, lo que les daría el 47 por ciento del poder de voto.
Ese incremento está en línea con el compromiso alcanzado en la
reciente cumbre del G20, que agrupa a los principales países
desarrollados y en desarrollo, en Pittsburgh (EE.UU.).
El G20, que acapara alrededor del 70 por ciento de la economía
mundial, respaldó también un incremento de al menos el cinco por
ciento del peso de los emergentes en el FMI.
El discurso de Zoellick llega cuando el organismo se prepara para
realizar la primera ampliación de capital en 20 años, una iniciativa
cuestionada por algunos miembros influyentes como Gran Bretaña y
Francia.
EEUU, por su parte, dijo ayer que antes de dar luz verde a la
medida será necesario establecer si efectivamente se precisan los
recursos y tener la seguridad de que estos "se gestionarán bien y se
usarán de forma efectiva". EFE
tb/pam