Por Richard Martin
BARCELONA (Reuters) - El Barcelona derrotó el sábado 2-0 a domicilio al Athletic de Bilbao para continuar de forma sólida en la cima de la liga de fútbol, en un duelo en el que Lionel Messi anotó su duodécimo gol en el torneo.
En otro partido disputado el sábado, el Valencia luchó para vencer por 2-1 al Alavés y sumar su sexta victoria consecutiva en La Liga, mientras que el Atlético de Madrid siguió en su irregular senda y empató 1-1 en casa ante el Villarreal.
El Barcelona lidera la clasificación con 28 puntos, cuatro más que el Valencia y ocho por encima del Real Madrid, que visitará al Girona el domingo, en un partido de alto voltaje dado el conflicto soberanista en Cataluña. El Atlético es cuarto con 20 puntos.
El Barça resistió varios ataques del conjunto vasco al inicio del partido y el internacional alemán Ter Stegen tuvo que hacer dos grandes paradas para frustrar el gol del veterano delantero Aritz Aduriz.
Con el partido todavía sin goles, Messi se perdió una oportunidad de oro después de eludir la marca de varios defensores del Athletic y tuvo que esperar hasta el minuto 36 para abrir el marcador con un remate desde dentro del área tras un centro de Jordi Alba.
En la segunda mitad, el Athletic pudo llegar al empate por medio de Íñigo Córdoba, Aduriz y Raúl García. No obstante, cuando el partido se acababa, el mediocampista brasileño Paulinho anotó el gol del triunfo del Barcelona tras aprovechar el rebote que dejó un remate de Luis Suárez.
El Valencia, en tanto, se impuso con tantos del italiano Simone Zaza y del delantero Rodrigo Moreno, logrando un resultado que le permite sumar suma siete victorias y tres empates en el torneo.
Y en el estadio Wanda (HK:3699) Metropolitano, un cabezazo del delantero colombiano Carlos Bacca tras un tiro de esquina puso el definitivo 1-1 para el Villarreal en su visita al Atlético de Madrid.
El argentino Ángel Correa abrió el marcador a los 61 minutos para el equipo dirigido por Diego Simeone tras un gran pase de Antoine Griezmann, pero Bacca igualó el partido cerca de 10 minutos del final para provocar las quejas de algunos aficionados colchoneros, molestos porque su equipo ha ganado sólo uno de sus últimos siete partidos en todas las competiciones.