Investing.com - El Gobierno español no tiene intención de pedir el rescate al Banco Central Europeo en lo que queda de año. Lo han asegurado fuentes de Moncloa en los pasillos del Congreso de los Diputados mientras el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, desglosaba en la Cámara los resultados de la última cumbre europea de Bruselas. Según estas fuentes, la situación es algo más tranquila y las necesidades de financiación para los dos meses que quedan de 2012 están cubiertas, lo que no hace necesario, de momento y "salvo cataclismo", solicitar la ayuda financiera.
Tras conocerse estas informaciones, que contradicen las “filtraciones” de hace unas semanas, según las cuales la petición de rescate era inminente, el euro ha ganado fuerza contra el dólar. Ha llegado a cambiarse por 1.30. A esta hora, ha regresado al nivel de 1.29.
La prima de riesgo española, por su parte, permanece impasible a estas novedades. Se mantiene por debajo de los 420 puntos básicos. En concreto, a esta hora, en 416. Y la rentabilidad del bono a 10 años, sigue en el 5.64%.
En el Gobierno se argumenta que España ya ha colocado alrededor del 96% de la deuda que tenía previsto emitir a medio y corto plazo este año. Es más, recuerdan que el coste de financiación es ahora incluso menor que hace un año.
Mientras, en el pleno del Congreso, Mariano Rajoy hablaba del rescate y, aunque no confirmaba ni desmentía, sí reiteraba que no renuncia a solicitarlo "si fuera necesario para los intereses generales de los españoles". Establece tres claves importantes para dar este paso: conocer las condiciones, saber cómo se comportará la prima de riesgo y saber que cuenta con el apoyo de la eurozona. Hasta entonces, lo que hay que hacer, afirma, es continuar con las reformas.
El propio Rajoy, hace solo dos días, afirmó, tras reunirse en Madrid con su homólogo italiano Mario Monti, que el rescate no es “imprescindible” en este momento.
Desde que el pasado 6 de septiembre el Banco Central Europeo anunció su programa de compra masiva de bonos soberanos, compra condicionada a la petición de un rescate, la prima de riesgo española, que había llegado a superar con holgura los 600 puntos básicos, empezó a bajar. Se relajaba así la presión sobre el Gobierno para que solicitase la ayuda que pusiese en marcha el mecanismo. En otras palabras, el plan presentado por el BCE surte ya efecto pese a que de momento no se ha activado. No obstante, los mercados dan por descontado el rescate y muchos analistas creen que los intereses que paga España por financiarse son insostenibles a largo plazo.
Tras conocerse estas informaciones, que contradicen las “filtraciones” de hace unas semanas, según las cuales la petición de rescate era inminente, el euro ha ganado fuerza contra el dólar. Ha llegado a cambiarse por 1.30. A esta hora, ha regresado al nivel de 1.29.
La prima de riesgo española, por su parte, permanece impasible a estas novedades. Se mantiene por debajo de los 420 puntos básicos. En concreto, a esta hora, en 416. Y la rentabilidad del bono a 10 años, sigue en el 5.64%.
En el Gobierno se argumenta que España ya ha colocado alrededor del 96% de la deuda que tenía previsto emitir a medio y corto plazo este año. Es más, recuerdan que el coste de financiación es ahora incluso menor que hace un año.
Mientras, en el pleno del Congreso, Mariano Rajoy hablaba del rescate y, aunque no confirmaba ni desmentía, sí reiteraba que no renuncia a solicitarlo "si fuera necesario para los intereses generales de los españoles". Establece tres claves importantes para dar este paso: conocer las condiciones, saber cómo se comportará la prima de riesgo y saber que cuenta con el apoyo de la eurozona. Hasta entonces, lo que hay que hacer, afirma, es continuar con las reformas.
El propio Rajoy, hace solo dos días, afirmó, tras reunirse en Madrid con su homólogo italiano Mario Monti, que el rescate no es “imprescindible” en este momento.
Desde que el pasado 6 de septiembre el Banco Central Europeo anunció su programa de compra masiva de bonos soberanos, compra condicionada a la petición de un rescate, la prima de riesgo española, que había llegado a superar con holgura los 600 puntos básicos, empezó a bajar. Se relajaba así la presión sobre el Gobierno para que solicitase la ayuda que pusiese en marcha el mecanismo. En otras palabras, el plan presentado por el BCE surte ya efecto pese a que de momento no se ha activado. No obstante, los mercados dan por descontado el rescate y muchos analistas creen que los intereses que paga España por financiarse son insostenibles a largo plazo.